Una de las mitzvot «bein adam le’javeró» es la que nos advierte que no debemos provocar que otra persona cometa una transgresión: “No maldeciréis al sordo y no pondréis estorbo delante del ciego; temeréis a vuestro Dios” (Vaikra 19:14). Los aspectos de esta mitzvá son muy amplios, pero aquí sólo nos referiremos a una de sus
Hay temas que por trillados y banalizados uno opta por ignorar. Excepcionalmente, cuando uno ve acumularse argumentos y discusiones bienintencionados pero estériles, uno piensa que debe aportar “su” verdad (subjetiva y relativa, inexorablemente) con el fin de mover la discusión o el “diálogo” (de sordos muchas veces) de su eje de repetición fatídica e inconducente;
Toda persona debería juzgar favorablemente a los demás, como lo establece la Torá: “Con justicia juzgarás a tu prójimo” (Levítico 19:15). Los sabios explican que este versículo significa: “Uno debería juzgar a su prójimo favorablemente” (Shevuot 30a). Este es uno de los preceptos por los que el hombre disfruta de dividendos en este mundo, mientras
Cada persona judía es una vela. El judaísmo, la Torá, es la llamita de esa vela. Esta metáfora no es arbitraria o caprichosa. La Torá siempre fue comparada con la luz. La misma palabra hebrea TORÁ proviene de la palabra OR que significa «luz». La palabra TORÁ es casi idéntica a la palabra MORÁ, maestra.
En su Pirush h’aMishanyot, Maimónides (1135-1204) formuló los 13 principios de la fe judía. «El primer principio consiste en creer en la existencia de Dios». En su libro Mishné Tora Maimónides describe la creencia en Dios, en primer lugar, como «conocer a Dios» (ידיעת ה’). ¿Qué es el conocimiento de Dios? Nosotros, el pueblo judío,
Se mencionará ahora el tema de la estima del hombre y del trabajo y en este contexto, el Shabat, el día del descanso obligatorio, es decir el hecho de que todos los seres humanos, todos los que trabajan, tienen el derecho de descansar una vez a la semana. Se sabe, que los pueblos de la