Esta parashá llega con nuestro último aliento de haber recorrido las peripecias de un grupo de hermanos que no terminan de encontrarse. Y nos pasa con la lectura de la Torá como en nuestra vida; en algún lado recóndito de nuestro corazón, necesitamos encontrarnos con nuestros hermanos, aunque a veces nuestras argumentaciones racionales digan lo
Parashat Vaietzé, “Y salió” nos habla de un Yaakov que tuvo que salir de la casa de sus padres. Debió irse. Su vida corría peligro. Su hermano prometió matarlo, por haberlo estafado. Sale a un camino lleno de riesgos y sin saber si habría destino. Muchos otros, como Yaakov salen sin destino cierto hoy en
Estamos adentrados en el mes de Elul y por tanto no podemos dejar de hacer una lectura reflexiva, introspectiva de cada parashá. Nos habla a nosotros y nos da las herramientas para transitar este tiempo de preguntas y búsquedas. Parashat Ki Tetze es un texto riquísimo para hacer un examen de conciencia. En cada Mitzvá
Podríamos hablar de muchos aspectos de la parashá que nos resuenan hoy en día. Podríamos hablar del versículo “No tomarán sobornos; pues el soborno ciega los ojos del sabio, y pervierte las palabras de los justos” (Devarim 16:19) Podríamos inferir de esta parashá la necesidad de la división de poderes: habla de jueces, de reyes,
רְאֵה, אָנֹכִי נֹתֵן לִפְנֵיכֶם–הַיּוֹם: בְּרָכָה, וּקְלָלָה «Mira, Yo pongo frente a ti, hoy, bendición y maldición.» Devarím 11:26 Es inevitable quedarnos acá, en el primer versículo de la parashá. El verbo que da nombre a esta sección de la Torá tiene que ver con el mirar, en modo imperativo. Se nos pide que miremos, se nos
Comentada por Adi Cangado. “¡Ay de los que se sienten cómodos en Sión y de los que están seguros en los montes de Samaria! Los llamados la primera de las naciones; que se acuestan en sofás de marfil y se tumban en sus camas, y comen corderos del rebaño y terneros del establo. Cantan según