¿Recuerda la función de autocompletado de Google, que ‘adivina’ lo que está buscando? ¿y las memorias USB? ¿O los procesadores más revolucionarios de Intel? ¿Le gusta usar la aplicación Wazes? ¿O jugar con el Kinect de la Xbox? Todos son productos israelíes. Israel vive un auge tecnológico quizás solo comparable con el del Silicon Valley