PARASHAT BERESHIT: ¿De qué comienzo podemos hablar?

Intento encontrar palabras para honrar el comienzo de un nuevo ciclo de lectura de la Torá. Pero no las hay.

Simjat Torá- la supuesta alegría de la Torá, marcó el comienzo de una página de indecible angustia, dolor y desgarro en la memoria de nuestro pueblo.

Buscar analogías en el texto bíblico sería intentar comprender lo que ninguna mente humana está preparada para elaborar.

No hay elaboración frente al terror.

Ni poética.

Ni estética.

Ni hermenéutica.

Todo comenzó en el rollo de la Torá en el mismo momento en el que todo sucumbió en la oscuridad más brutal de la condición humana.

Siento casi un sacrilegio al hablar del Dios creador, en las imágenes de la destrucción, la muerte, la vejación y la saña ilimitada, en su nombre.

Experimento vergüenza al intentar explicar la imagen y semejanza en el relato de la creación del ser humano, con las imágenes más devastadoras, del gozo y festejo sobre los asesinatos y violaciones.

No puedo, ni debo hacer ninguna interpretación del primer fratricidio de la humanidad. Nada es homologable ni explicable al pogrom que hemos sufrido.

No me nace mencionar que Dios vio lo creado y dijo que era muy bueno. Lo que estamos viendo nosotros, y, a medida que pasan los días, peor aún, son las imágenes de los secuestrados, la de los asesinados, las de los que no consiguieron sobrevivir a las heridas, los entierros masivos, los relatos, uno más estremecedor que el otro. No Señor, nada es bueno.

Las historias de la Torá acompañan mi pesar.

Nada será bueno en su continuidad. La semana que viene leeremos cómo la humanidad perecerá bajo el agua del odio y la maldad. El plan era comenzar de nuevo. Y falló.

¿Cuánto tiempo pasará para volver a emocionarse con la esperanza de un nuevo Bereshit- de un nuevo comienzo? No lo sé.

Con el paso del tiempo tendremos un desafío por delante; volver a encontrar sentidos a nuestras lecturas semanales.

Hoy lo único que tenemos que encontrar es consuelo.

A quienes más necesitamos encontrar es a los desaparecidos y volver a abrazarnos con aquellos que aún están cautivos.

Y caminar juntos este tiempo de desesperación.

De la muerte a reintentar la vida. Del horror a la esperanza. Del silencio a la denuncia. De la vulnerabilidad a la fortaleza.

Bereshit- ha comenzado algo nuevo, inexplicablemente atroz.

Quiera Dios que encontremos los caminos para caminar las palabras del rollo de la Torá que acaba de comenzar con la convicción de que en ellas hallaremos las respuestas que hoy tanto nos faltan.

Que tengamos consuelo.

ה’ עוז לעמו יתן

Qué Adonai le dé fortaleza a su pueblo.

ה’ יברך את עמו בשלום

Qué Adonai bendiga a su pueblo con la paz.

Shabat lashalom

Que sea éste un Shabat que nos conduzca hacia algo de paz.

Rabina Silvina Chemen