Muchas de las costumbres de las festividades están asociadas a las comidas y quería mencionar algunas de ellas respecto a Rosh Hashaná.
Jala agulá (Pan redondo)
En Shabat comemos jalot trenzadas y en Rosh Hashaná la jalot son redondas. ¿Cuál es la razón?
La forma redonda es el símbolo del ciclo de la vida que genera nuevos comienzos. La jala agulá también expresa la esperanza que el periodo que comienza sea pleno. La jala de Rosh Hashaná ha tenido otras formas además de la redonda. Por ejemplo en Ucrania, se hacían jalot con forma de pájaro y la razón estaba en el versículo del profeta Isaías que dice: » Como aves que vuelan, así amparará el Señor de los ejércitos a Jerusalém» (Isaías 31:5)
La escalera es otro de los motivos de la jala simbolizando el ascenso o el descenso fe acuerdo al veredicto divino.
Frutos
Es tradicional comer manzana con miel en la noche de Rosh Hashaná expresando el deseo de prosperidad en el año que comienza. Los judíos muy observantes acostumbran comer uvas y granadas por la razón que estas tienen muchas semillas y simbolizan las acciones de las personas, con el deseo que estas acciones sean meritorias.
Miel
La costumbre de comer dulces en Rosh Hashaná es muy antigua y expresa la esperanza de un comienzo dulce de nuevo año. El primer pedazo de jalá que se come esa noche no lleva sal, sino miel, por esa razón. Por ese motivo se acostumbra comer tarta de miel (lecaj) durante esos días.
Tzimmes de zanahoria.
Siguiendo el motivo de dulzura, el preparado de zanahorias endulzadas cumple esa función. La palabra zanahoria se dice «meiren» en Yidish y significa multiplicar y es el deseo que sea un año productivo.
Cabeza de pescado:
En «El libro del porqué» está escrito que muchas culturas primitivas creían que lo que se comía a principio de año influía sobre todo el año. El pescado en la tradición judía está relacionado con la productividad y la cabeza de pescado tiene que ver con la grandeza y liderazgo. «Que seas cabeza y no cola» está escrito en la Parashá Ki tavo de la Torá.
Curiosamente los judíos de Irak no comían pescado ya que la palabra hebrea «Dag» y suena parecida a la palabra «Deaga» que significa preocupación.
Remolacha:
En el tratado Horaiot del Talmud, el sabio Abbaye enseño que la persona debe comer calabaza, puerro, dátiles y remolacha a comienzos del año, porque estos alimentos crecen en abundancia y alimentan nutriendo. Entre los jasidím hay un concepto relacionado con la palabra hebrea «Selek» similar al término «sheisttalku» en relación al deseo que los enemigos desaparezcan.
Nueces:
Comemos nueces en Rosh Hashaná porque el valor numérico de la palabra nuez (en hebreo Egoz) es 17 y la palabra Jet (pecado) también es ese número.