La sucá

Construir tu propia sucá es una excelente actividad para compartir con tu familia y amigos. La sucá debe tener al menos 70×70 cm. Puede estar construida en un patio, en el balcón de un departamento, o hasta en la espalda de un elefante.

Tu Sucá necesita tener al menos dos paredes completas y una pequeña parte de una tercera. Las paredes pueden ser de cualquier material, siempre y cuando sean lo suficientemente robustas para soportar un viento normal. Las paredes deberían ser de al menos 96 cm de alto, pero no más altas de 9,6 metros.

No hace falta que construyas paredes especialmente para la sucá; puedes utilizar el costado de un edificio, o hasta un cerco de arbustos. Y si puedes encontrar un área que ya está cerrada por dos o tres paredes, ¡entonces tu trabajo será mucho más fácil!

El material del techo (sjaj) debe estar hecho de algún material que crece del suelo – por ejemplo, ramas y hojas (pero no metal). Si estás utilizando tablas, no pueden tener más de 40 cm de ancho. Además, el material debe estar desconectado del suelo en la actualidad (es decir, no puede ser un árbol que todavía esta plantado con sus raíces en el suelo). Esto significa que nada puede estar colgando por encima de la sucá – ni un árbol, ni una canaleta, ni un equipo de aire acondicionado, etc.

El techo debe estar lo suficientemente cubierto para dar más sombra que sol durante el día, pero debería ser lo suficientemente abierto para que las estrellas sean visibles a través de él durante la noche. El material del techo sólo puede ser agregado después de que está ubicada la cantidad de paredes requerida.

Como la sucá es designada como tu “hogar” por los próximos siete días, es costumbre decorarla. Mucha gente cuelga frutas y flores desde el techo, y pega posters de Jerusalém y otros temas judíos en las paredes.

También es tradicional “recibir” invitados (ushpizin) en nuestra sucá durante toda la festividad.

Es una mitzvá especial regocijarse en Sucot. Por esta razón, los días intermedios de Sucot se caracterizan por celebraciones llamadas Simjat Beit HaShoeva, conmemorando las libaciones de agua que eran ofrecidas en el Templo durante Sucot.

La festividad de Sucot está relacionada directamente con el agua, ya que es el día del juicio universal respecto a las bendiciones de lluvia e irrigación para el año venidero.

Sucot también es un tiempo de bendición universal para todos los pueblos, simbolizados por las 70 ofrendas adicionales que se ofrecían en el Templo durante la festividad, que correspondían a las 70 naciones del mundo.

El Libro de Eclesiastés, escrito por el Rey Salomón, es leído en Shabat durante Sucot. El tema de Eclesiastés es la vana persecución de placeres mundanos en contraposición a la búsqueda espiritual eterna. En realidad, la frágil construcción de la sucá nos recuerda que las posesiones materiales son transitorias.

El séptimo día de Sucot es llamado Hoshaná Rabá, que se caracteriza por la procesión de los siete circuitos alrededor de la Bimá, con las Cuatro Especies en la mano. La procesión culmina con el aporreo de la rama de sauce en el piso. Hoshaná Rabá es conocido como el día del sello final del juicio que comenzó en Rosh Hashaná. En Hoshaná Rabá, algunos tienen la costumbre de leer el Libro de Deuteronomio y permanecer despiertos toda la noche estudiando Torá.