En esta semana es festejado Jag Purim cuya consagración comienza en el templo escuchando Meguilat Ester con su narrativa de sucesos habidos dos milenios atrás en Persia (hoy Irán) proyectado entonces a 127 países que estaban bajo su dominio y que derivarían con la caída de quien procuró atentar en contra de Am Israel, el no bien recordado Hamán.
A la vez de destacar el retorno a un primer plano del pueblo hebreo, tras haber superado entonces, la candente amenaza de un arrasamiento generalizado. (historia reiterada al presente, ante las consabidas amenazas del malévolo dirigente iraní, ante las que aguardamos, sigan el mismo curso que nos dio a conocer la historia con su predecesor Hamán.)
Diversas tradiciones acompañan a esta fecha, algunas de ellas para ser formalizadas y otras de negación hacia elementos cotidianos.
En este último caso, va el ayuno comunitario de la víspera, desde una hora antes de la salida del sol, hasta posterior a la lectura de la Meguilá en los templos.
En el primero de los casos, entre las diferentes cosas que se deben formalizar van:
Lectura de Meguilá. Intercambio de presentes. Obsequios a los no pudientes. Banquete de Purim. Escuchar el pasaje de la Torá ”Zajor” en el Shabat que antecede a Purim, con el relato de la conquista hebrea sobre Amalek (Hamán provenía de tal nacionalidad) y por lo mismo se recuerda con la lectura del pasaje referente en Sefer Shemot.
La historia de Purim tuvo lugar fuera de los límites de Eretz Israel y antes aún del inicio de la era común, mas su legado es transmitido generación tras generación.
De su esencia, obtenemos un claro mensaje proyectado hasta nuestros tiempos. Es el de la unidad dentro de Am Israel, elemento primordial ante cualquier contingencia que se pudiera presentar.
En instantes que Mordejay pide a la reina Ester se apersonara al rey en procura de cancelar un decreto de exterminio sobre el pueblo hebreo, recibe como respuesta los términos que son portadores del mensaje hacia las siguientes generaciones:
“Ve y une antes a todos los componentes hebreos. Desde jóvenes a ancianos”
Indicando con ello, el que aún antes de procurar cualquier actitud de defensa frente a una situación no buena, lo primordial pasa por estrechar filas dentro de Am Israel.
De nada habrían servido las gestiones tendientes a revocar tal decreto entonces, sin contar antes, con la unidad entre quienes conforman el gran pueblo.
Nuestros maestros comentaron sobre la importancia de esta consagración, Jag Purim, siendo que sus letras en acróstico, encierran todas las fiestas del calendario, a saber:
- : Pesaj. Vav : Vesucot. Resh: Rosh hashana. Iod: Iom Hakipurim. Mem: Matan Tora o Shabuot. He aquí entonces ya desde el nombre: Purim, las consagraciones del año hebreo.
En todas ellas, la base de su esencia pasa por la unidad y comprensión entre los componentes, como insustituible elemento de base.
Cierto suceso con vigencia de tres milenios atrás, nos ilustra sobre lo mismo:
Dos hermanos heredan un campo en Eretz Israel, el que por años trabajan juntos.
Una de las noches, el menor de ellos se desvela pensando que en la sociedad compartida con su hermano, él retiraba la mitad de lo ganado, lo cual según su criterio no era justo, siendo que él vivía solo y por lo tanto sin compromisos de mantenimiento, mientras que su par era casado y con varios pequeños que sacar adelante.
Esa misma noche, toma su carretilla y yendo a la parva de trigo de su propiedad, la llena y transporta varias veces colocando el contenido en la de su hermano.
Sucedió que esa misma noche, su hermano mayor, también pierde el sueño y piensa: Yo ya formé mi hogar en tanto mi hermano aún debe emprender tal tarea. No es justo que retire en un plano de igualdad con él, siendo que tiene por delante grandes gastos a emprender.
Con lo que va a su parva de trigo y carga su carreta, efectuando diversos viajes hasta descargar en el sitio de su hermano
Así varias veces en que al siguiente día no entendía ninguno de ellos del porqué su montaña de trigo amanecía con la misma cantidad, considerando que le había sido quitado contenido
Una de las noches, coinciden en el horario, y he aquí que en medio del campo, se encuentran llevando cada uno de ellos, espigas de su propiedad, hacia la parva del otro.
Allí comprenden lo sucedido, y dejando cada uno su elemento, en plena soledad del campo y bajo la luz de la surgente luna corren a confundirse en un fraternal abrazo cundiendo gruesas lágrimas de amor y fraternidad entre ellos.
Destaca el Midrash, que en el sitio preciso donde fueron derramadas tales lágrimas, producto de tan sublime amor, sería luego construida la santa casa de Jerusalém, con lo que resalta que el sustento de la tradición hebrea, va apoyado en la unión de sus componentes. He aquí que la casa santa, base del acercamiento hacia la Divinidad, fue constituida donde habían sido derramadas lágrimas de amor fraternal.
Y por lo mismo, el sublime mensaje en la consagración de Purim. El verdadero milagro se gesta, a partir que estrechan filas dentro de Am Israel. Tal como los términos ..
“ En el frío.. cedí mi abrigo al indigente.. entonces.. sentí mas calor..”
En ello estuvo encerrado el secreto de apertura hacia el éxito posterior, que finalizaría con la derogación del decreto y salvación de la estirpe judía. Y que hoy. a dos milenios de distancia desde tal singular evento; aguardamos; la historia pudiera volver a repetirse.
Así como en el ayer, el propio gestor del decreto de exterminio, terminó absorbiendo en su persona lo por él tramado hacia los hebreos, de tal forma al hoy con quien precisamente desde el mismo sitio; Irán; augura el arrasamiento de Am Israel, siendo que va repitiendo una cruel historia, de la cual resta tener fe en el Creador, y aguardar su final.