Iaakov retorna a su tierra después de 20 años de ausencia.
Su primer acto, cuando entra nuevamente la tierra es mandar mensajeros a su hermano Esav para rogarle por paz y entregándole regalos de reconciliación.
Lleno de miedo por su vida le reza a Dios. Está preparado para la guerra. Y durante la noche antes del encuentro con Esav y sus 400 hombres, Iaakov se encuentra con ese misterioso Ish, hombre, con quien pelea toda la noche, hasta que amanece, saliendo herido en su cadera.
El encuentro con su hermano finalmente es pacífico, pero ni bien termina con esta historia aparece la historia de Dina, quien es violada por Shjem, un príncipe local y todo el pueblo de Shjem es masacrado a partir de una venganza preparada por sus hijos Shimon y Levy. Luego, la nodriza de Rivka, Débora, cuya presencia antes nunca había sido mencionada, muere y, luego muere Rajel, la amada de Iaakov, dando a luz. Finalmente, en una enigmática narración se cuenta que Reubén se acuesta con Bilha, la concubina de su padre y que Israel se enteró de ello.
Esta concatenación de sucesos lo golpea a Iaakov en su vuelta a la tierra de sus padres. Todo esto opaca aquella promesa que Dios hizo a Iaakov, cuando dejó la tierra 20 años antes en su sueño en Bet El: He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que vayas y te haré volver a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he prometido. (Bereshit 28:15). Y en su caminata, hizo un voto en respuesta a la promesa:
E hizo Iaakov voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, y si volviere en paz (beshalom) a casa de mi padre, Adonai será mi Dios. Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti. (Bereshit 28:20-22)
En su voto Iaakov agregó Beshalom, seguro, en paz, a las palabras de la promesa de Dios. Su concepto de retorno incluye la idea de shalom- shlemut- integridad.
¿Qué entendemos por integridad, una palabra que en la Torá y en nuestra tradición se menciona como una de las virtudes más completas del ser humano?
Para algunas definiciones semánticas, una persona íntegra es aquélla que no se queda en una sola actividad, sino que se mueve por las distintas áreas del conocimiento. Y se pone como ejemplo de persona íntegra a Leonardo Da Vinci, quien se destacó como pintor, escultor, arquitecto, ingeniero, filósofo, escritor, músico y anatomista. La integridad fue característica en el hombre renacentista (siglos XV-XVI).
Desde el concepto jurídico, la integridad es un derecho fundamental y se relaciona con que ningún sujeto debe ser objeto de vulneraciones en su persona física, como lesiones, tortura o muerte.
Desde el punto de vista ético, se considera la manera de manejarse coherentemente con los valores personales y compartidos con la comunidad a la que se pertenece.
Desde el sentido común lo íntegro tiene que ver con lo recto, con lo intachable…
En las páginas donde busqué la definición de integridad aparecía este relato quizás conocido por muchos de Uds.
Los griegos eran expertos en hacer figuras en mármol. Muchas veces al estar trabajando el mármol descubrían grietas en él, la cual, naturalmente, le quitaba valor a la obra. Algunos, entonces, cubrían esas grietas con una cera especial; la pulían y quedaba aparentemente perfecta, pero cuando la figura era expuesta al calor del sol la cera se derretía y quedaba descubierto el engaño. Por eso, era común encontrar, donde vendían esas piezas de mármol, un letrero que decía: “Se venden figuras en mármol puro; sin cera.” De ahí, viene nuestra palabra en español sincera/o.
Eso es lo que significa integridad: sin grietas.
Y ¿cómo puede Iaakov pretender retornar con integridad cuando su vida no tuvo esas características de ser cuidadosa de los valores, de las jerarquías, de la rectitud y el honor?
Iaakov procura volver a la casa de su padre no sólo con seguridad física sino con una espiritualidad completa. Su deseo es de integridad y de cerrar un ciclo como él imagina en el final de su exilio…
En lo que respecta a integridad, el texto parece sugerir que Iaakov retornó intacto de sus travesías.
וַיָּבֹא יַעֲקֹב שָׁלֵם עִיר שְׁכֶם אֲשֶׁר בְּאֶרֶץ כְּנַעַן בְּבֹאֹו מִפַּדַּן אֲרָם וַיִּחַן אֶת־פְּנֵי הָעִיר
Y Iaakov llegó íntegro (Shalem) a la ciudad de Shjem, que está en la tierra de Canaán, cuando vino de Padán-aram, y acampó frente a la ciudad.
Rashi entiende que Iaakov regresó “shalem” íntegro en su cuerpo, íntegro en sus recursos financieros, íntegro en intelecto.
En su cuerpo, porque fue herido en la pelea con el ángel y se curó de esa herida. En sus recursos financieros, porque cuando quiso congraciarse con su hermano le entregó muchos de sus bienes pero eso no le acarreó ninguna pérdida. Intelectualmente porque Iaakov no perdió nada de lo aprendido durante los 20 años de su estadía en la casa de Labán.
De esta descripción se desprende otra definición de integridad: que tiene que ver con pérdidas y ganancias: cuando podemos dar cuenta de lo que hemos perdido o lo que hemos podido perder, de lo que hemos luchado, sufrido, descendido y a su vez de lo que supimos ganar, pudimos elaborar, confrontar y mejorar. Cuando en nuestro relato se ponen de manifiesto estas dos variables de nuestras vidas estamos en condiciones de hablar de integridad.
Y para completar esta mirada sobre la palabra shalem- íntegro, agregaremos la interpretación del mundo jasídico. En Likutei Moharan 27: 2: 2, explican que el nombre de la ciudad Shjem quizás sea también una alusión a definir esa paz, esa completud que sentía Iaakov. Shjem, puede leerse como Shejem- hombro, que en el texto bíblico se utiliza muchas veces en la frase shejem ejad, como en el libro de Tzefanya (Sofonías) 3: 9 que está escrito «Entonces convertiré las naciones en un lenguaje puro, para que todos invoquen el Nombre de Dios y le sirvan juntos (shejem echad)». En el idioma español es similar a la expresión “codo a codo”, que de hecho habla de lo que significa encarar una tarea mancomunados, con un mismo propósito, junto con otros.
Éste es el aprendizaje de Iaakov. Vuelve, pero no sólo en un sentido geográfico. Retorna al lugar de la promesa que sólo se podrá realizar si comprende la necesidad de una vida de integridad, de paz interior, de despojo y generosidad y de trabajo compartido.
Comenzó su vida queriendo todo para sí, creyendo que si daba algo, perdía todo, y que debía ganar todas las contiendas para ser siempre el primero, el preferido. Y ahora vuelve; lleno de hijos y nietos, de historias, de fracasos, de roturas y remiendos… vuelve sabiendo que no conseguirá jamás esa vida plena que anheló equivocadamente en soledad.
A veces nos preguntamos por qué no tenemos paz. Esta parashá nos da algunas herramientas para revisarnos. Miremos alrededor. Con quiénes contamos. A quiénes incluimos. Cómo nos vinculamos con ellos. Cuáles son nuestros sueños. Y nuestras generosidades. Allí seguramente están las respuestas.
Shabat Shalom,
Rabina Silvina Chemen
Iaakov retorna a su tierra después de 20 años de ausencia.
Su primer acto, cuando entra nuevamente la tierra es mandar mensajeros a su hermano Esav para rogarle por paz y entregándole regalos de reconciliación.
Lleno de miedo por su vida le reza a Dios. Está preparado para la guerra. Y durante la noche antes del encuentro con Esav y sus 400 hombres, Iaakov se encuentra con ese misterioso Ish, hombre, con quien pelea toda la noche, hasta que amanece, saliendo herido en su cadera.
El encuentro con su hermano finalmente es pacífico, pero ni bien termina con esta historia aparece la historia de Dina, quien es violada por Shjem, un príncipe local y todo el pueblo de Shjem es masacrado a partir de una venganza preparada por sus hijos Shimon y Levy. Luego, la nodriza de Rivka, Débora, cuya presencia antes nunca había sido mencionada, muere y, luego muere Rajel, la amada de Iaakov, dando a luz. Finalmente, en una enigmática narración se cuenta que Reubén se acuesta con Bilha, la concubina de su padre y que Israel se enteró de ello.
Esta concatenación de sucesos lo golpea a Iaakov en su vuelta a la tierra de sus padres. Todo esto opaca aquella promesa que Dios hizo a Iaakov, cuando dejó la tierra 20 años antes en su sueño en Bet El: He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que vayas y te haré volver a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he prometido. (Bereshit 28:15). Y en su caminata, hizo un voto en respuesta a la promesa:
E hizo Iaakov voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, y si volviere en paz (beshalom) a casa de mi padre, Adonai será mi Dios. Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti. (Bereshit 28:20-22)
En su voto Iaakov agregó Beshalom, seguro, en paz, a las palabras de la promesa de Dios. Su concepto de retorno incluye la idea de shalom- shlemut- integridad.
¿Qué entendemos por integridad, una palabra que en la Torá y en nuestra tradición se menciona como una de las virtudes más completas del ser humano?
Para algunas definiciones semánticas, una persona íntegra es aquélla que no se queda en una sola actividad, sino que se mueve por las distintas áreas del conocimiento. Y se pone como ejemplo de persona íntegra a Leonardo Da Vinci, quien se destacó como pintor, escultor, arquitecto, ingeniero, filósofo, escritor, músico y anatomista. La integridad fue característica en el hombre renacentista (siglos XV-XVI).
Desde el concepto jurídico, la integridad es un derecho fundamental y se relaciona con que ningún sujeto debe ser objeto de vulneraciones en su persona física, como lesiones, tortura o muerte.
Desde el punto de vista ético, se considera la manera de manejarse coherentemente con los valores personales y compartidos con la comunidad a la que se pertenece.
Desde el sentido común lo íntegro tiene que ver con lo recto, con lo intachable…
En las páginas donde busqué la definición de integridad aparecía este relato quizás conocido por muchos de Uds.
Los griegos eran expertos en hacer figuras en mármol. Muchas veces al estar trabajando el mármol descubrían grietas en él, la cual, naturalmente, le quitaba valor a la obra. Algunos, entonces, cubrían esas grietas con una cera especial; la pulían y quedaba aparentemente perfecta, pero cuando la figura era expuesta al calor del sol la cera se derretía y quedaba descubierto el engaño. Por eso, era común encontrar, donde vendían esas piezas de mármol, un letrero que decía: “Se venden figuras en mármol puro; sin cera.” De ahí, viene nuestra palabra en español sincera/o.
Eso es lo que significa integridad: sin grietas.
Y ¿cómo puede Iaakov pretender retornar con integridad cuando su vida no tuvo esas características de ser cuidadosa de los valores, de las jerarquías, de la rectitud y el honor?
Iaakov procura volver a la casa de su padre no sólo con seguridad física sino con una espiritualidad completa. Su deseo es de integridad y de cerrar un ciclo como él imagina en el final de su exilio…
En lo que respecta a integridad, el texto parece sugerir que Iaakov retornó intacto de sus travesías.
וַיָּבֹא יַעֲקֹב שָׁלֵם עִיר שְׁכֶם אֲשֶׁר בְּאֶרֶץ כְּנַעַן בְּבֹאֹו מִפַּדַּן אֲרָם וַיִּחַן אֶת־פְּנֵי הָעִיר
Y Iaakov llegó íntegro (Shalem) a la ciudad de Shjem, que está en la tierra de Canaán, cuando vino de Padán-aram, y acampó frente a la ciudad.
Rashi entiende que Iaakov regresó “shalem” íntegro en su cuerpo, íntegro en sus recursos financieros, íntegro en intelecto.
En su cuerpo, porque fue herido en la pelea con el ángel y se curó de esa herida. En sus recursos financieros, porque cuando quiso congraciarse con su hermano le entregó muchos de sus bienes pero eso no le acarreó ninguna pérdida. Intelectualmente porque Iaakov no perdió nada de lo aprendido durante los 20 años de su estadía en la casa de Labán.
De esta descripción se desprende otra definición de integridad: que tiene que ver con pérdidas y ganancias: cuando podemos dar cuenta de lo que hemos perdido o lo que hemos podido perder, de lo que hemos luchado, sufrido, descendido y a su vez de lo que supimos ganar, pudimos elaborar, confrontar y mejorar. Cuando en nuestro relato se ponen de manifiesto estas dos variables de nuestras vidas estamos en condiciones de hablar de integridad.
Y para completar esta mirada sobre la palabra shalem- íntegro, agregaremos la interpretación del mundo jasídico. En Likutei Moharan 27: 2: 2, explican que el nombre de la ciudad Shjem quizás sea también una alusión a definir esa paz, esa completud que sentía Iaakov. Shjem, puede leerse como Shejem- hombro, que en el texto bíblico se utiliza muchas veces en la frase shejem ejad, como en el libro de Tzefanya (Sofonías) 3: 9 que está escrito «Entonces convertiré las naciones en un lenguaje puro, para que todos invoquen el Nombre de Dios y le sirvan juntos (shejem echad)». En el idioma español es similar a la expresión “codo a codo”, que de hecho habla de lo que significa encarar una tarea mancomunados, con un mismo propósito, junto con otros.
Éste es el aprendizaje de Iaakov. Vuelve, pero no sólo en un sentido geográfico. Retorna al lugar de la promesa que sólo se podrá realizar si comprende la necesidad de una vida de integridad, de paz interior, de despojo y generosidad y de trabajo compartido.
Comenzó su vida queriendo todo para sí, creyendo que si daba algo, perdía todo, y que debía ganar todas las contiendas para ser siempre el primero, el preferido. Y ahora vuelve; lleno de hijos y nietos, de historias, de fracasos, de roturas y remiendos… vuelve sabiendo que no conseguirá jamás esa vida plena que anheló equivocadamente en soledad.
A veces nos preguntamos por qué no tenemos paz. Esta parashá nos da algunas herramientas para revisarnos. Miremos alrededor. Con quiénes contamos. A quiénes incluimos. Cómo nos vinculamos con ellos. Cuáles son nuestros sueños. Y nuestras generosidades. Allí seguramente están las respuestas.
Shabat Shalom,
Rabina Silvina Chemen