ISRAEL: Investigación sobre enfermedades neurodegenerativas

El sistema de control de calidad no protege el cerebro de las proteínas venenosas. Un investigador de Israel ha sugerido una causa común de enfermedades neurodegenerativas. La misma podría servir como guía para desarrollar tratamientos.

El profesor Stas Engel y su equipo creen que el sistema nervioso central de los primates tiene un punto débil. Se trata de un sistema de control de calidad que elimina las proteínas venenosas creadas durante las actividades de alto consumo de oxígeno.

Cuando el sistema experimenta una anomalía, como un trauma o la vejez, no puede limpiar todas las proteínas venenosas, que se acumulan en las neuronas y se convierten en enfermedades neurodegenerativas.

Él y su equipo publicaron sus hallazgos en la edición de septiembre de Redox Biology.

La clave de las enfermedades neurodegenerativas puede estar en la complejidad del sistema nervioso central de los primates.

Para completar tantas tareas mentales, el cerebro consume mucho oxígeno, lo que resulta en la producción de un alto nivel de especies reactivas de oxígeno (ROS), que son sustancias venenosas.

Ese proceso va acompañado de la producción de proteínas dañadas que, si no se eliminan del cuerpo, comenzarán a acumularse y dañar las neuronas.

Los primates, como se indica en el estudio, han desarrollado un nivel adicional de mecanismos de defensa para combatir ROS. A saber, «redoxoma diferencial de primates» (PDR), que está ausente en organismos inferiores.

El PDR hace que el sistema nervioso de los primates sea extremadamente robusto frente a ROS. Sin embargo, la desventaja de la robustez es la fragilidad. Eventos no rutinarios pueden hacer que la PDR falle, permitiendo así que las ROS ingresen al cerebro.

El PDR hace que el sistema nervioso de los primates sea extremadamente robusto frente a ROS. Sin embargo, la desventaja de la robustez es la fragilidad. Eventos no rutinarios pueden hacer que la PDR falle, permitiendo así que las ROS ingresen al cerebro.

«Una de las anomalías con las que debe lidiar el sistema PDR es la vejez. Vivimos mucho más tiempo de lo que solíamos y, por lo tanto, el sistema no puede seguir el ritmo. El trauma físico también podría representar una anomalía que interrumpe el procesamiento de rutina del PDR», comenta el Prof .Engel.

«Estos hallazgos indican que la predisposición del cerebro humano a la neurodegeneración está grabada en nuestros genes, por lo que los tratamientos para las enfermedades neurodegenerativas serán difíciles. Nuestro descubrimiento podría ayudar a sentar las bases para futuros tratamientos al mostrar qué sistema apuntar».