ROSH HASHANÁ Y SHOFAR

La mitzvá de escuchar el shofar en el día de Rosh Hashaná consiste en escuchar nueve sonidos de shofar. Esto lo aprendimos de la misma Torá, pues la palabra «teruá» – que es uno de los sonidos del shofar – está recordada en tres oportunidades en la Torá (Vaikrá 23, Vaikrá 25 y Bamidvar 29), y cada teruá (que es un sonido compuesto) debe estar acompañado de un sonido simple que le precede y otro que le sigue, llamados «tekiá». Es decir que los sonidos (9 en total) quedan de la siguiente manera:

Tekiá, teruá, tekiá.

Tekiá, teruá, tekiá.

Tekiá, teruá, tekiá.

Sin embargo, con el correr del tiempo, las personas se fueron olvidando cuál es el sonido original de la teruá, y encontramos que ya en la época del Talmud habían tres posibilidades en lo que respecta al sonido original de la teruá: La teruá original es un sonido alargado como de un suspiro que se repite tres veces: tuú-tuú-tuú. Este sonido es llamado hoy en día: «shebarim».

La teruá original es un sonido corto y entrecortado como de alguien que llora que se repite nueve veces: tu-tu-tu-tu-tu-tu-tu-tu-tu. Este sonido hoy en día es llamado «teruá».

La teruá original es el sonido compuesto por estos dos sonidos en conjunto, primero el del suspiro y luego el del llanto: tuú-tuú-tuú-tu-tu-tu-tu-tu-tu-tu-tu-tu. Este sonido hoy en día es llamado «shebarim-teruá».

Es por eso que, por cuanto que hoy en día no sabemos cómo era el sonido original de la teruá al cual la Torá se refirió, debemos tomar a estas tres opciones como posibles para estar seguros de que cumplimos con la mitzvá de la Torá de escuchar los nueve sonidos del shofar, y debemos tocar tres veces: Tekiá, shebarim, tekiá (por si la teruá original es como el shebarim); asimismo deberemos tocar tres veces: Tekiá, teruá, tekiá (por si la teruá original es como lo que hoy en día llamamos teruá); y también debemos tocar tres veces: Tekiá, shebarim-teruá, tekiá (por si la teruá original es como el shebarim-teruá).

En resumen: hoy en día, después de que es recitada la bendición por el shofar y la bendición shehejeianu, nosotros no tocamos solamente 9 sonidos de shofar sino 30 sonidos en total, de la siguiente manera:

Tekiá, shebarim-teruá, tekiá (4 sonidos).

Tekiá, shebarim-teruá, tekiá (4 sonidos).

Tekiá, shebarim-teruá, tekiá (4 sonidos).

Y luego:

Tekiá, shebarim, tekiá (3 sonidos).

Tekiá, shebarim, tekiá (3 sonidos).

Tekiá, shebarim, tekiá (3 sonidos).

Y por último:

Tekiá, teruá, tekiá (3 sonidos).

Tekiá, teruá, tekiá (3 sonidos).

Tekiá, teruá, tekiá (3 sonidos).

Los Sabios dispusieron que el shofar sea tocado después de la lectura de la Torá, antes del rezo de Musaf. Estos 30 sonidos son llamados las «tekiot mioshev», es decir los sonidos que son tocados mientras las personas pueden estar sentadas, cuando todavía no se han levantado para rezar el musaf. De hecho, la costumbre de las comunidades sefaraditas es escuchar estos 30 sonidos estando sentados, sin embargo, entre los judíos ashkenazitas la costumbre es hacerlo mientras están de pié.

Además, los sabios también ordenaron que el shofar debe ser tocado nuevamente mientras toda la congregación está de pié rezando la amidá de musaf, siguiendo el orden de las tres bendiciones intermedias de la amidá de musaf de Rosh Hashaná llamadas: «maljuiot, zijronot y shofarot». A estos segundos 30 sonidos se los llama las «tekiot meomed», es decir los sonidos que son tocados mientras la congregación está de pié rezando la amidá del musaf.

Respecto de estas segundas tekiot llamadas «tekiot meomed» existen distintas costumbres entre las comunidades: algunas tocan el shofar (30 sonidos) durante el rezo personal en voz baja y también durante la repetición de la amidá que recita el jazán (otros 30 sonidos más), mientras que otras lo hacen sólo durante la repetición de la amidá.

De todas formas, la costumbre general de todo el pueblo de Israel en el día de Rosh Hashaná es escuchar en total 100 sonidos de shofar (y hay quienes tocan 101 sonidos). Para llegar a este número de sonidos, después de finalizar la repetición del jazán del rezo de musaf, se agrega la cantidad de sonidos que sea necesario.

El que toca el shofar se llama en hebreo «báal tokea» (dueño del toque). Se deberá elegir a alguien que haya estudiado bien todas las leyes de los sonidos del shofar, ya que no sólo es importante si éste suena bien o mal, sino también que cada sonido tenga la duración correcta, como está detalladamente explicado en los libros de halajá.

Por el lado de quienes escuchamos el shofar, a pesar del sentimiento y la emoción que nos invade al escuchar los sonidos del shofar, debemos tratar de concentrarnos y prestar mucha atención al toque del shofar, para cumplir correctamente con esta preciada mitzvá.

La gente debe mantenerse en absoluto silencio desde que el báal tokéa recita la bendición del shofar hasta la finalización del servicio.

Por cuanto que esta mitzvá es un precepto positivo (para hacer) que tiene un tiempo específico para ser cumplido (durante el día y no durante la noche), de acuerdo con la halajá ortodoxa las mujeres están completamente exentas de la obligación de escuchar los sonidos del shofar.