«Somos judíos, un pueblo creado por Dios para una misión histórica y bendecidos por Él.
Ser bendecido por Dios significa que no importa donde vayamos o estemos, siempre debemos extender bondad, bendición y perseverar en toda clase de situaciones vitales con humildad hacia Dios, el generoso que dedica amor hacia todas sus criaturas, lo cual sostiene el mundo.
Es y siempre ha sido la tarea del Pueblo de Israel mantener esos fundamentos básicos ante el mundo. Todos los hombres y mujeres judíos, con igualdad, comparten la responsabilidad de continuar este servicio con perseverancia.
El testimonio de nuestro servicio a Dios es el gran esfuerzo de nuestro trabajo en Theresienstadt. Y cuando dejemos nuestra vida en la tierra hacia la eternidad, esperamos que nuestro trabajo traiga bendiciones sobre Israel y toda la humanidad.
Los hombres judíos honestos y las generosas y fuertes mujeres, siempre fueron los sostenedores de nuestro pueblo.
El conocimiento moral es un regalo de Dios y le debemos agradecimiento por estos buenos actos y acciones nobles, al encontrarnos merecedores de unirnos a ese círculo de hombres y mujeres.»
Firmado: Regina Jonas, rabina.
Último sermón de la Rabina Regina Jonás, dado en el Campo de Concentración de Terezin (Theresienstadt) el 12 de octubre de 1944, misma fecha en la que fue llevada a Auschwitz. No vivió para ver la liberación del Campo de Exterminio, en primavera de 1945.