EL JAZAN, cantor en la sinagoga

El rol del Jazán hasta el 1800 EC

El orígen del jazán se remonta a los primeros siglos de la Era Común. Originalmente supervisor sinagogal encargado de controlar que la incipiente liturgia judía fuese cumplida según la ley religiosa imperante, con el tiempo el jazán abandonó esta función para dedicarse a dirigir a la congregación durante los servicios religiosos.

Durante la Edad Media se consolidó el núsaj (motivos musicales utilizados en la liturgia judía) y los teamei hamikrá (signos de cantilación para la lectura pública de las Escrituras). De esta forma, el jazánya no sólo era el sheliaj tzibur (“emisario de la congregación”), sino quien poseía los conocimientos y habilidades necesarios para la correcta y agradable conducción de los servicios religiosos. Además (sobre todo en Medio Oriente), solía también crear y musicalizar himnos religiosos.

El Jazán desdel 1800 EC hasta el Mundo Moderno

Con el advenimiento de la Emancipación en Europa Occidental, los jazanim comenzaron a estudiar en conservatorios y se transcribió la tradición musical sinagogal que hasta ese entonces era puramente oral. Este paso permitió que se estandaricen melodías y la formación litúrgica fuese más sistemática alentándolos a publicar versiones de su autoría. Se crearon además complejas obras corales que requerían cantores versados en el nuevo estilo. Salomón Sulzer en Viena, Samuel Naumbourg en París y Louis Lewandowski en Berlín (este último considerado el primer director profesional de coro sinagogal de la historia) son los compositores más representativos de este estilo. Estas innovaciones también llegaron más tarde a Europa Oriental, pero no subyugaron el virtuoso estilo tradicional. Por otro lado, el mundo judío de Medio Oriente continúa en su mayoría el estilo litúrgico medieval hasta nuestros días.

La Era Dorada de la Jazanut

La turbulencia social y política de fines del siglo XIX produjo una masiva migración judía de Europa hacia América, principalmente Estados Unidos. Estas olas inmigratorias incluyeron a muchos de los más importantes jazanim de Europa Oriental. La intensa vida cultural y el surgimiento de la industria fonográfica los convirtieron en verdaderas estrellas, en lo que se conoció como “La Era Dorada de la Jazanut”, que duró casi medio siglo. Es en este período que encontramos a Yossele Rosenblatt, Mordejai Hershman, Zawel Kwartin, Moshe Koussevitzky y otros, como exponentes de la virtuosa jazanut europea consolidada en América. Una notable y trágica excepción fue la de Gershon Sirota, quien optó por quedarse en Europa y murió junto a su familia en el ghetto de Varsovia.

La jazanut a partir de 1950

Durante la segunda mitad del siglo XX se desarrolló en América una nueva jazanut, de identidad cultural más lejana a las tradiciones europeas. Se popularizaron los institutos de formación de lógica universitaria y títulos oficiales; se delinearon nuevos estilos influidos por la música local (tanto académica como popular); los rabinos pasaron a compartir el protagonismo litúrgico; el canto congregacional se impuso por sobre la pirotecnia vocal; y, principalmente, las nuevas audiencias nacidas en el Nuevo Mundo eran cada vez más distantes a la vieja jazanut europea.

El Jazán hoy

En la actualidad somos testigos de la convivencia de dos tipos de jazanut: la tradicional, centrada en el virtuosismo vocal y los giros estilísticos típicos de la vieja escuela y una nueva jazanut, centrada en la labor comunitaria y el trabajo en equipo con el resto del clero sinagogal. En una visión global, podríamos pensar a la jazanut contemporánea como una vuelta a su función pública inicial, aunque revestida de una cultura musical practicada en cada sinagoga durante siglos.