PREVIO A ROSH HASHANÁ

Un componente clave en la preparación de Rosh Hashaná es pedir disculpas a toda persona a quien le pudiésemos haber hecho un mal durante el año anterior. En lo posible, queremos comenzar el año con una tablilla limpia, sin que nadie abrigue rencor contra nosotros. También hay que ser rápidos para perdonar a aquellos que nos han hecho mal, dado que el resentimiento daña nuestro corazón.

Mucha gente tiene la costumbre de ir a la mikve antes de Rosh Hashaná después del mediodía. La mikve, que tiene el poder de purificar ciertos tipos de impurezas espirituales y puede ser una parte importante del proceso de teshuvá (retorno a Dios).

Otras personas tienen la costumbre de visitar un cementerio en la mañana previa a Rosh Hashaná y rezar ante las tumbas de sus familiares e incluso de los que han sido ejemplares en su vida: personas justas y rectas. Por supuesto, no le rezamos a los justos, sino que sólo a Dios, que oye nuestros rezos en mérito de los justos.

En la mañana antes de Rosh Hashaná, realizamos «Hatarat Nedarim» (la anulación de promesas). En términos de la Torá, decir algo tan simple como «me niego a volver a comer dulces» puede ser considerado una promesa legal. Es por esto que, antes de Rosh Hashaná, anulamos nuestras promesas, tanto si fueron realizadas intencionalmente o no. Esto se realiza estando de pie frente a tres personas judías adultas (o 10 si es posible), y solicitando ser liberado de las promesas que fueron hechas.

En los Diez Mandamientos está escrito (Shmot XX:7) “…no perdonará H’ a quien jura en Su nombre en vano” siendo el único mandamiento en la Torá en el que se dice eso. Por este motivo en la víspera de Rosh Hashaná hacemos “Hatarat Nedarim” que representa la anulación- desatar- las promesas y juramentos. No todas las promesas y juramentos se pueden anular, pero por lo menos tratamos de corregir aquellas que sí se pueden.

Por eso, en el día de la víspera de Rosh Hashaná y después de Shajarit procedemos con la anulación de nuestras promesas, tal como está indicado en el Sidur. El texto completo puede ser encontrado en un Sidur o en un Majzor de Rosh Hashaná.

Los rezos de Rosh Hashaná

Como en Rosh Hashaná hay tantos rezos especiales, utilizamos un libro especial de rezos llamado «Majzor».

En la «Amidá» y en el «Kidush» para Rosh Hashaná, decimos la frase Iom Teruá. Sin embargo, si Rosh Hashaná cae en Shabat, decimos Zijrón Teruá. (Si una persona dice inadvertidamente la frase equivocada, no necesita repetir el rezo).

La súplica «Avinu Malkeinu» debe decirse en Rosh Hashaná, excepto cuando Rosh Hashaná coincide con Shabat, debido a que en Shabat no se dicen súplicas. Si Rosh Hashaná cae en viernes, no se dice «Avinu Malkeinu» en Minjá.

Durante las Altas Fiestas, la cortina del arca se cambia por una blanca, para simbolizar que «nuestros errores serán blanqueados como la nieve».

El jazan (cantor) para las Grandes Festividades no debe ser elegido por su talento vocal solamente. Idealmente, el jazan debe tener más de 30 años, ser temeroso de Dios, erudito de la Torá, humilde, y casado. Un hombre erudito menor de 30 con otras condiciones es aceptable. Sin embargo, es preferible permitir que un jazan inadecuado guíe el servicio, antes que causar conflicto sobre el tema en la comunidad.

Cuando decimos She’hejianu, debemos tener en mente las mitzvot de prender velas, hacer el Kidush y escuchar el shofar.

La bendición de She’hejianu no debe ser dicha en el segundo día de Rosh Hashaná,

El Shofar

La mitzvá esencial de Rosh Hashaná es escuchar el sonido del shofar. Los sonidos del shofar después de la Lectura de la Torá se llaman «Tekiot m’yushav».

La obligación mínima es escuchar nueve sonidos. Sin embargo, hay duda si el sonido del shofar debe ser del tipo que suena como un gemido (Shevarim), o como un sollozo (Teruá), o una combinación (Shevarim-Teruá). Por eso, se llevan a cabo los tres sonidos, cada uno precedido y seguido de un sonido continuo, Tekiá. Tres de cada serie da como resultado 30 sonidos en total, los que son necesarios para quitar todas las dudas de que el precepto de la Torá ha sido cumplido.

Se acostumbra tocar el shofar en el mismo lugar donde se lee la Torá, para que el mérito de la Torá nos ayude. El shofar debe ser tocado durante el día. En la antigüedad, cuando los romanos perseguían a los judíos, los rabinos instituyeron tocar el shofar antes de Musaf, ya que los romanos tenían guardias en las sinagogas temprano en las mañanas.

La persona que toca el shofar debe estar de pie. Debe ser instruido inmediatamente antes de tocarlo de tener la intención de cumplir con la obligación para todos los que lo escuchen. Similarmente, a todos los que lo escuchen se les debe recordar el tener la intención de que su obligación está siendo cumplida.

Antes de tocar, se recitan dos bendiciones: «escuchar el sonido de shofar» y She’hejianu. Una vez que las bendiciones se hayan hecho, no se debe hablar hasta el final del sonido del shofar.

Las mujeres pueden tocar el shofar y decir las bendiciones para cumplir con la mitzvá. Un niño que tiene edad suficiente para ser educado en mitzvot debe escuchar el shofar.

El shofar no se toca cuando Rosh Hashaná cae en Shabat.