Luego de las Altas Fiestas (Rosh Hashaná y Yom Kipur) llega Sucot, una festividad de siete días (ocho en la Diáspora) caracterizada por las sucot que construimos al aire libre y las “cuatro especies” que agitamos juntas cada día.
Sucot es una de las tres festividades de peregrinación, durante las que antaño el pueblo judío peregrinaba a Jerusalén, cuando se hallaba allí el Templo Sagrado, y se presentaban ofrendas de trigo y sacrificios de animales.
Sucot es una festividad especialmente alegre en la que los elementos religiosos se entremezclan con los agrícolas. Su origen se encuentra en la Torá y conmemora los tabernáculos en que vivían los israelíes en el desierto después del éxodo de Egipto. Una sucá es una morada temporal. Suele tener paredes de madera o de tela en al menos tres de sus cuatro lados y estar coronada por un tejado de ramas (por normal general, de hojas de palmera) a través de las cuales se puede ver el cielo.
En Sucot expresamos nuestra completa confianza en Dios, y celebramos nuestra certidumbre de haber recibido “un buen juicio” para el año siguiente.
Durante toda la semana de Sucot, comemos, dormimos y compartimos en la sucá, recordándonos que los israelitas vivieron en cabañas durante los 40 años de deambular por el desierto y que Dios es nuestra verdadera protección, ya que protegió a los israelitas en el desierto con las Nubes de Gloria (Éxodo 13:21).
En Sucot, se nos ordena agitar las “cuatro especies”, cada una denotada por su belleza especial:
Etrog– la cidra, una fruta con fragancia que posee una gruesa cáscara blanca. A menudo es cosechada del árbol cuando todavía está verde, y luego madura y se torna amarillo brillante.
Lulav– la rama de palmera, que es definida como bella por tener una forma recta y hojas firmemente unidas.
Hadás– la rama de mirto, que tiene un hermoso patrón de tres hojas saliendo desde el mismo punto a lo largo de toda de la rama.
Aravá– la rama de sauce, que debe tener hojas alargadas con una punta fina.
Juntamos todas las ramas: dos ramas de sauce a la izquierda, una rama de palmera en el centro, y tres ramas de mirto a la derecha. Las levantamos junto con el Etrog y las agitamos en todas las direcciones, como un símbolo del dominio de Dios sobre toda la Creación.
Las cuatro especies son agitadas todos los días (a excepción de Shabat) en la sinagoga, durante la recitación de las plegarias de alabanza de Halel. La recitación de Halel es seguida por Hoshanot, en donde todos circulan alrededor de un rollo de la Torá puesto sobre la Bimá.
“Embellecer” la mitzvá consiguiendo las mejores especies disponibles es una tradición especial. En última instancia, hay requisitos específicos para que sean válidas para cumplir la mitzvá. Compra un set completo de un distribuidor confiable; tu tienda local de libros de judaísmo debería tener un “set de las cuatro especies” con un sello rabínico certificando su validez.