Para vivir bien y en armonía se deben mejorar los valores éticos, que se transmiten por medio de la Torá.
No quieras ser demasiado sabio, ni demasiado perfecto, sino busca ser ético y veraz contigo mismo y con tu prójimo. Aprende, puesto que la humildad se cultiva, como el amor, la alegría y la esperanza.
Si el Creador dejó estos valores en su Ley, no es para que alguien se sienta más válido que su hermano, sino para que la ponga en práctica con honestidad.
Entonces, juzga menos y ama más…
Pide menos y reza más…
Ten fe en el D-s de Israel, y no permitas que tu vanidad y orgullo distorsionen las enseñanzas de la Torá y de nuestros sabios.