Isaac Bashevis Singer fue un escritor judío, muy vinculado a su origen, que escribió en lengua yiddish. Nació el 14 de julio de 1904 en Radzymin (Polonia), y emigró a Estados Unidos en 1935, donde se nacionalizó en 1943. Al poco tiempo de su llegada se incorporó al periódico neoyorquino en lengua yiddish «Jewish Daily Forward». Su primera novela, «Satán en Goray» (1935) trata de la histeria religiosa y los pogromos del siglo XVII, en los que los judíos de Polonia fueron brutalmente asesinados por los cosacos. Otras novelas famosas son «La familia Moskat» (1950), la única de sus obras literarias en las que el elemento ficticio está ausente.
Posteriormente publicó «La casa de Jampol» (1967) y «Los herederos» (1969). La novela autobiográfica, «En el patio de mi padre«, se publicó en 1966. Singer también escribió relatos muy imaginativos, como los publicados en «Gimpel el tonto y otros relatos» (1957).
Fue galardonado con el National Book Award (Premio Nacional del Libro) por «Un día placentero: Relatos de un niño que se crió en Varsovia» (1973), uno de sus libros de literatura infantil.
En 1978 le fue concedido el Premio Nobel de Literatura por su «apasionado arte narrativo» que tiene sus raíces en la cultura polaco-judía.
En 1982 publicó «Relatos completos» y en 1984 «Relatos para niños«. La famosa película, «Yentl«, se basó en su relato «Yentl the Yeshiva boy» (1983).
«Meshugah», una novela corta sobre un grupo de sobrevivientes del holocausto que viven en Nueva York, se publicó en 1994, después de su muerte.
La obra de Singer se caracteriza por la fuerza de su argumento, lleno de pasión por la vida y desesperación por las tradiciones que se pierden. Todos sus libros están ambientados en su pasado polaco y en las leyendas de los judíos y del folclore de la edad media europea. Él mismo tradujo muchas de sus obras al inglés. En 1984 se publicó su autobiografía, «Amor y exilio: Memorias».
Singer fue un maestro de tantas facetas que es difícil pensar en él como un solo escritor, como corresponde a un artista que usaba múltiples seudónimos y cuyos alter ego de ficción tienen múltiples amantes y a veces múltiples esposas. Él fue un modernista consumado que perfeccionó el simple cuento tradicional y el cuento tradicional no tan simple. Escribió extensas sagas históricas, vehementes novelas personales de autodescubrimiento, y por lo menos una mordaz parábola política. Junto con las novelas y cientos de relatos, escribió muchos volúmenes de memorias fundidas artísticamente con la ficción.
Al final de su vida, emprendió una carrera enormemente exitosa como autor de libros para niños, y desarrolló un estilo de entrevista que se convirtió en una suerte de stand-up comedy de proporciones cósmicas: «Por supuesto que creo en el libre albedrío. No tengo otra opción.»
Singer fue un humorista versado en la tragedia, un cronista posterior a la Shoá (Holocausto) que a menudo escribía como si el exterminio no hubiera tenido lugar, un escritor judío en guerra con la cultura judía que él conmemoraba y, lo más notable de todo, un maestro yiddish que se convirtió en uno de los grandes escritores estadounidenses del siglo XX.