¡Si todo fuera tan sencillo! Si en algún lugar existieran personas acechando para perpetrar iniquidades bastaría con separarlos, del resto de nosotros y destruirlos. Pero la línea que divide el bien del mal pasa por el centro mismo del corazón de todo ser humano. ¿Y quién está dispuesto a destruir un solo fragmento de su
Parashat Vaietzé, “Y salió” nos habla de un Yaakov que tuvo que salir de la casa de sus padres. Debió irse. Su vida corría peligro. Su hermano prometió matarlo, por haberlo estafado. Sale a un camino lleno de riesgos y sin saber si habría destino. Muchos otros, como Yaakov salen sin destino cierto hoy en
Con la parashá Jaiei Sará dejamos atrás las sagas personalísimas para dar paso a las generaciones que nacen de los personajes iniciales; generaciones que repetirán patrones de sus padres y abandonarán otros: herederos de una visión que se va modificando a medida que se la va apropiando. Jaiei Sará comienza con la muerte de Sará
En esta parashá será la última vez que Dios hable con Abraham. Esa voz fundante de nuestra creencia, esa voz que fue escuchada y confiada por Abram cuando le dijo que se fuera de la casa de su padre, que inicie un nuevo capítulo en la historia de la humanidad, esa voz hoy deja de
“La audacia de la fe es lo que nos redime. Tener fe es adelantarse a los nuestros pensamientos ordinarios, trascender motivaciones confusas… El mero conocimiento o creencia es demasiado débil para ser una cura frente la hostilidad del hombre hacia el hombre… La única salida es el sacrificio personal: abandonar, rechazar lo que parece querido
Que bien podría haberse llamado Parashat Babel, porque habla a través de dos historias aparentemente diferentes, del peligro de la confusión. Y ¿por qué digo confusión? Los sabios asocian la palabra mabul– diluvio. Que tiene la misma raíz que bilbul, que significa confusión, que tiene a su vez la palabra Babel que es uno de