Es el único día del año en el que se rezan 5 oraciones: Arvit, Shajarit, Musaf, Minjá y Neilá. En el día de Yom Kipur cada uno debe permanecer todo el día en el Templo sumido en el rezo y el arrepentimiento. Los rezos de Yom Kipur son muy ricos y profundos, y toda persona que comprende su sentido se verá conmovida e incentivada a acercarse al Creador y mejorar su conducta.
Seder Avodá:
Yom Kipur era el único día del año en el que el Cohen Gadol -Sumo Sacerdote- entraba al Kodesh HaKodashim, el lugar más sagrado del mundo, en el Beit Hamikdash de Jerusalém. Todos los, servicios que se llevaban a cabo en el día de Yom Kipur en el Beit Hamikdash conforman la conocida AVODÁ (servicio) de Yom Kipur. Desde la destrucción del Beit Hamikdash a causa de nuestros pecados, las oraciones cumplen con la función que otrora cumplían las ofrendas en el Templo. Es por ello que uno de los puntos culminantes del Musaf de Yom Kipur es el que relata el servicio de este día en el Templo y la entrada al Kodesh HaKodashim, pues evoca y vuelve a revivir ese gran momento de elevación que tenía lugar en el Beit Hamikdash.
Durante los párrafos que comienzan «VehaKohanim…» (‘y los sacerdotes… ‘) -que se entonan con una tradicional melodía de fervor y reverencia- nos arrodillamos al suelo cómo única excepción en el año (fuera de] arrodillarse en «Aleinu Leshabeaj» de este día y de Rosh Hashaná).
Lectura de la Torá:
En el servicio matinal –Shajarit– se leen los párrafos de «Ajarei Mot», en el libro de Vaikrá (Levítico) en los que se relata el Servicio de Yom Kipure n el Templo. En Minjá, por la tarde, se lee, también en «Ajarei Mot», las leyes que hacen a las relaciones maritales prohibidas.
Un carácter especial reviste la Haftará (Sección de los Profetas que se lee al concluir la lectura de la Torá) de Minjá de Yom Kipur donde se lee lo ocurrido con el profeta Ioná, Entre las razones de la lectura de este párrafo de los profetas en Yom Kipur está la de enseñar que el hombre no puede escapar a la misión y el veredicto Divino, y a su vez mostrar cómo un pueblo, después de estar sumido en la corrupción espiritual, retorné a Di-s con todo su corazón, su arrepentimiento fue aceptado y su sentencia anulada.
Neila
Es la quinta y última plegaria del día. Se dice sólo en Yom Kipur. «Neilá»significa «cierre», y se llama así pues se recita al final del día de Yom Kipur, en momentos antes de cerrarse «los portones de la aceptación y la misericordia«. En ese momento es el «sello final» del juicio de Iom Kipur,por ello, en lugar de implorar «¡Inscríbenos … !» (Kotveinu) para la vida, etc., pedimos «¡Séllanos…!» (Jotmeinu).
Es la última oportunidad del día para hacer Teshuvá.
La exégesis jasídica hace hincapié en que «Neilá» significa también «cerrar» en el sentido de que el judío llega a un nivel de unión con el Creador al que ninguna criatura puede llegar – o sea que el judío, en la intimidad de su alma, se «cierra» a solas con el Creador. Es por ello que, milagrosamente, todos «despiertan» en su última oportunidad de implorar la clemencia Divina. El clímax de Neilá y de todo Yom Kipur es al final de Neilá cuando se proclama Shemá Israel, Baruj Shem… (3 veces) y Hashem hu haelokím (7 veces) con todas las fuerzas – dispuestos a entregar nuestra vida al Creador (los sefaradím recitan también Karati bejol Lev... -‘Llamé con todo el corazón’- siete veces). Luego se recita el Kadish titkabel con alegre melodía, y antes de las palabras titkabel… (‘que sean recibidas…’) se hace sonar el Shofar, un sonido de Tekiá. (La costumbre sefaradí es tocar todos los sones de Tekiá, Shevarim y Teruá y luego de Titkabel una Teruá guedolá).
Entre las razones de este sonido del Shofar está la de recordar el Yom Kipur del año del jubileo (Yovel), cuando se tocaba el Shofar y los esclavos quedaban en libertad de regresar a sus hogares, y los campos volvían a sus dueños originales. Además, para mostrar nuestra victoria sobre las fuerzas del mal -acusadoras del pueblo judío- tal como se hacen sonar sones de alegría al retornar los soldados victoriosos del campo de batalla.
Luego se proclama ¡Leshaná Habá b’Yrushalaim! – «El próximo año en Jerusalem’–
El Shofar se toca después de la salida de las estrellas. Hasta esa hora está prohibido comer, aún si en el Templo ya ha finalizado la oración de Neilá. Se reza el Arbit que corresponde a cualquier día hábil, incluyendo Ató Jonantanu; se recita la bendición por la luna –Kidush Levaná– y se despide uno del otro con alegría y votos para un buen año.
Se recita la Havdalá, diciendo la berajá -bendición- de la vela («Meorei Haesh») sobre una que permaneció encendida desde la víspera de Yom Kipur. Se come una cena festiva pues tenemos plena confianza y seguridad total de que el Creador limpió nuestras impurezas y nos inscribió para un buen año.
Inmediatamente se comienza a planear la construcción de la Sucá para mostrar nuestro aprecio por el cumplimiento de los preceptos del Creador.