«El mal radical» película sobre los Einsatzgruppen
Durante el régimen nazi, grupos de las SS llamados Einsatzgruppen asesinaron a dos millones de judíos en la URSS. La nueva película del director austriaco Stefan Ruzowitzky plantea cómo un hombre común puede llegar a cometer tales atrocidades. El film se llama “El mal radical” e intenta responder a la pregunta: ¿Cómo se convierte un hombre física y psíquicamente normal en un asesino? Para lo cual sigue a los comandos dirigidos por las SS, que asesinaron a dos millones de judíos en las zonas de la Unión Soviética ocupadas por las tropas alemanas (1941 y 1944) y recopila opiniones de historiadores y psicólogos, busca respuestas en citas originales, diarios y documentos históricos.
La mayor parte del tiempo, lo que se ve en pantalla son las caras de actores desconocidos en primer plano, con voces que se escuchan de fondo, mezclando ficción y material documental. Recurre a los investigadores para comprobar cómo los participantes reaccionaban a órdenes recibidas que les conminaban a torturar a los demás.
En la película se deja claro que los hombres de estas tropas militares tenían una alternativa; negarse a cumplir sus órdenes sin temer por su vida o su integridad física. El castigo por rechazar una orden era una mera transferencia, o un traslado durante la siguiente ronda de promociones. “Todo dependía de la motivación”. “Un argumento del tipo “yo no vine al frente para matar mujeres y niños, sino para luchar” era aceptable. Otro que apelase a consideraciones ideológicas podía resultar un problema para el soldado”. Quien se negaba a cometer asesinatos pasaba a realizar otras tareas. No se castigaban con despidos ni con sanciones.
En la película se puede ver que el primer pelotón de fusilamiento supuso para estos hombres una terrible carga emocional. Pero después comenzaron a entrar en una dinámica de grupo, en la que acabaron sucumbiendo a la presión de la conformidad. El adoctrinamiento propagandístico hizo el resto. Al final, los asesinatos se convirtieron para estos hombres en una especie de trabajo sucio que se hacía para llegar a un objetivo más alto: la utopía germánica, una sociedad perfecta. “Los judíos se asesinaban no por ser judíos, sino porque tanto ellos como las demás víctimas del nacionalsocialismo eran un obstáculo en la vía hacia el ‘jardín del Edén ario’”.
El título de la película recuerda a una carta del filósofo alemán Immanuel Kant de finales del siglo XVIII, donde argumentaba que la predisposición contra las normas establecidas dormita en cada uno de nosotros. Por eso queda en claro que, cada uno, es responsables por sus actos.