El mes de Adar y su dulce olor…
El Arizal dice que cada mes representa una parte de la cabeza. El mes de Adar representa la «nariz». El olor dulce, leemos en Brajot 44b, da placer, no al cuerpo, sino más bien a la neshamá (alma).
El Bnei Yisasjar explica que cuando Adán y Java comieron del Eitz HaDaat –el árbol del Conocimiento- usaron todos sus sentidos en esta avera (trasgresión), excepto el sentido del olfato. El Pasuk dice: ella vio, ella escuchó, ella tocó, y ella probó. Pero en ninguna parte dice que olió. Por lo tanto, el sentido del olfato tiene un determinado grado de pureza que no es igualado por los demás sentidos.
Es conveniente que por el gran milagro que tuvo lugar en el mes de Adar, el mes del olor, los dos héroes de Purim, Mordejai y Ester, tuvieran nombres que se refirieran al olor.
En el nombre Mordejai, dice la Guemará Julin 139b, se insinúa en el nombre de la fragancia utilizada en el Ketoret llamada Mor Dror o Mira-Dajya según la traducción de Onkelos. El verdadero nombre de Ester, nos dice la Meguilá (2:7), es Hadassa, el dulce olor a mirto.
Puesto que el nombre de una persona representa su verdadera esencia, Mordejai y Ester, con su pureza elevada fueron capaces de evitar los escollos de Ajashveirosh y su materialismo, tanto durante su fiesta, como viviendo en su palacio.
Es durante el mes de Adar cuando éstas cualidades reinan, porque estos dos personajes salvaron al pueblo de Israel de la destrucción planificada por Hamán.