Historia de la comunidad sefardí de Monastir, Serbia meridional, Yugoslavia (hoy Macedonia)
“Una antigua ciudad judía sin judíos – los fuegos de Treblinka los consumieron a todos…”
Shlomo Alboher
En vísperas de la invasión alemana a Yugoslavia vivían en Monastir (Bitola) 810 familias judías, 3.351 almas, miembros de una antigua y vibrante comunidad judía sefardita, poseedora de un floreciente movimiento sionista en el periodo de entreguerras.
El 11 de marzo de 1943 (4 de Adar Bet de 5703) los judíos de Monastir, junto con toda la población judía de Macedonia (alrededor de 7.350 personas), fueron conducidos por soldados, policías y funcionarios búlgaros a Skopje, la capital de esa región, y encerrados en condiciones terribles en la fábrica de tabaco “Monopol”. Después de una semana y media, en Shushan Purim, el 22 de marzo de 1943 (15 de Adar Bet) un tren de vagones de ganado partió de Monastir. Dentro de ellos viajaba el primer transporte de judíos macedonios de la fábrica “Monopol” destinado al campo de muerte de Treblinka en Polonia. En los días siguientes, del 25 al 29 de marzo, partieron otros convoyes con el mismo destino – Treblinka.
De los 3.276 judíos de Monastir aprisionados en “Monopol”, todos ciudadanos yugoeslavos, sólo cinco consiguieron huir. Además de ellos, tres fueron liberados por los búlgaros. Algunos escaparon a Grecia antes del 11 de marzo con la esperanza de salvarse, pero la mayoría de ellos pereció en Auschwitz. Varias decenas de jóvenes judíos de ambos sexos de Monastir se unieron a los partisanos y lucharon en distintas unidades; algunos murieron en combate, unos pocos sobrevivieron. Esta es la historia de la comunidad de Monastir.
El 6 de abril de 1941 Alemania nazi atacó Yugoeslavia. El día siguiente tanques alemanes entraron en Skopje, la capital de Macedonia, y el 9 de abril Monastir (Bitola) fue ocupada por unidades de la 72ª División de la Wehrmacht, la 1ª División Leibstandarte SS Adolf Hitler (LSSAH – la división de guardia personal de Hitler) y la 12ª División Blindada. Las fuerzas alemanas continuaron rápidamente su avance en dirección a Grecia.
Por tres días seguidos los alemanes saquearon tiendas de propiedad judía a lo largo de Macedonia, incluida Monastir. Los saqueos fueron acompañados por actos de opresión y humillación. Varias personas fueron asesinadas.
Durante abril de 1941 el ejército búlgaro entró en la ciudad, y el 22 de ese mes se declaró la anexión de la región conocida como “Serbia meridional” a Bulgaria, una aliada de Alemania. La población macedonia recibió ciudadanía búlgara. Por el contrario, los serbios fueron despedidos de sus lugares de trabajo y deportados a zonas ocupadas por los alemanes. La ciudadanía y otros derechos básicos de los judíos fueron anulados y sus propiedades confiscadas. Fueron echados de los empleos y se les prohibió trabajar.
De esa forma se defraudó la esperanza de que bajo el gobierno búlgaro la situación de los judíos podría haber sido mejor. Menos de dos años después, durante los cuales se implementaron muchas medidas antijudías, los judíos de Monastir, junto al resto de sus correligionarios de Macedonia, fueron enviados más allá de la frontera y entregados a los alemanes que los deportaron a Treblinka.
Bajo dominio búlgaro
Inmediatamente después de completar su organización inicial, las autoridades búlgaras comenzaron a implementar medidas antijudías. Todas las tiendas y talleres de los judíos fueron marcados con una señal, y para fin de 1941 un comité especial había documentado todas las propiedades judías de la ciudad.
En octubre de 1941 fue comunicada una orden especial prohibiendo a los judíos todo tipo de comercio y artesanía y los obligaba a cerrar sus negocios hasta fin de ese año. Unos meses más tarde un nuevo decreto ordenaba a todos los judíos de Macedonia, incluidos los de Monastir, pagar un quinto de sus propiedades como “impuesto especial”. De esta forma los búlgaros completaron el expolio de las propiedades judías que habían comenzado los alemanes.
Con el propósito de obtener un panorama completo de los bienes en posesión de los judíos, las autoridades búlgaras, en conjunto con los municipios, la policía y el banco nacional búlgaro, organizaron comisiones especiales de registro. Esas comisiones comprobaban las declaraciones de propiedad y muchas veces confiscaban los bienes con el pretexto de que aquellas “no contenían toda la información”.
Concentración y aislamiento de los judíos
Bajo la dominación búlgara los judíos se convirtieron en apátridas y carentes de derechos básicos. Como se ha mencionado, sus bienes fueron confiscados y si capacidad de sustentarse severamente restringida. La ocupación también limitó en gran medida al área en Monastir en el cual podían residir, y debieron hacinarse en un azona estrecha a las orillas del río Dragur. Aquellos que vivían en la orilla del frente fueron obligados a trasladarse y sus propiedades incautadas. Tenían prohibido llegar al mercado antes de las 10 de la mañana; de esta forma no podían comprar casi nada, dado que hasta las nueve casi todos los alimentos ya habían sido vendidos.
En mayo de 1941 los jóvenes judíos fueron reunidos en el edificio del ayuntamiento y llevados de allí a realizar trabajos forzados. Debían transportar rifles y municiones desde los depósitos militares a la estación de trenes. El trabajo continuó por varios días durante la cual los jóvenes consiguieron arrojar algunas cajas de municiones al costado del camino, que luego recolectaron al amparo de la oscuridad.
El Comisariado de Asuntos Judíos
El 26 de agosto de 1941 el gobierno de Bulgaria decidió establecer en el marco del Ministerio del Interior un Comisariado de Asuntos Judíos. El ministro del interior, Peter Grabovski, nombró a Alexandr Bélev como jefe de la nueva oficina. Bélev – que estaba fuertemente vinculado al embajador alemán en Sofía, Adolf Heinz Beckerle y al representante de Adolf Eichmann, Theodor Dannecker -, envió representantes a todas las ciudades de Macedonia, incluida Monastir. El representante del Comisariado en esta era Iván Zahariev, vicealcalde de Skopje.
Arresto y deportación
En abril de 1942, como consecuencia de una delación, los búlgaros arrestaron cierto número de activistas comunistas, entre ellos algunos jóvenes judíos, y los sentenciaron a 15 años de prisión. Por ello los jefes del movimiento clandestino acordaron incorporar a un pequeño grupo de jóvenes judíos que había sido expuesto, a las filas de una unidad de partisanos en proceso de formación.
A principios de diciembre de 1942 la mayoría de los líderes comunitarios de Monastir fueron arrestados y deportados de la ciudad, entre ellos León Kamhi. Fueron dispersados en aldeas a lo largo del territorio búlgaro y retenidos allí, con el propósito de dejar a la comunidad desprovista de liderazgo o guía como paso previo a su futura deportación.
Una planificación meticulosa
Hacia fines de 1941 ya habían comenzado las negociaciones entre los representantes de la Alemania nazi y el gobierno búlgaro concernientes a la deportación de los judíos de los territorios búlgaros. A lo largo de 1942 continuó la propaganda antisemita, y la distribución de panfletos y libros antijudíos en el país. En agosto de 1942 se estableció el Comisariado de Asuntos Judíos que supervisó y señalizó las propiedades judías. En setiembre los judíos fueron obligados a llevar la Estrella de David. Todo ese tiempo continuaron las negociaciones entre los alemanes y los búlgaros en torno al destino de la población judía de Bulgaria. En octubre de 1942 finalizaron de hecho las discusiones relacionadas con la deportación de esta última.
El 22 de febrero de 1943 Alexandr Bélev y Theodor Dannecker – el representante de Adolf Eichmann en Bulgaria – firmaron el acuerdo para la deportación preliminar de 20.000 judíos a las “regiones alemanas del Este” (Polonia). El acuerdo detallaba las estaciones de salida, el número de personas, la cantidad de trenes y el orden en el cual estos operarían. En la primera etapa el acuerdo se refería a 12.000 judíos de Tracia y Macedonia. Este fue el único acuerdo firmado entre Alemania y otro país concerniente a la deportación de la población judía del mismo.
Después de una semana, el 2 de marzo, el gobierno de Bulgaria refrendó el acuerdo. El mismo día también decidió que los deportados perderían la ciudadanía búlgara (los judíos de los territorios anexados nunca fueron ciudadanos búlgaros – esta decisión se refiere a los judíos búlgaros propiamente dichos que serían deportados en la primera etapa); además, todas las propiedades de los deportados, así como los de la comunidad fueron confiscados.
Inmediatamente después de la firma del acuerdo comenzaron los preparativos para la expulsión. Al frente de la operación en Macedonia fue designado Zahari Velkov, y Kiril Stoimenov a cargo de la región que incluía a Monastir.
El operativo (Aktion)
Al amanecer del 11 de marzo de 1943 los representantes del Comisariado, encabezados por Stoimenov, irrumpieron en las casas de los judíos y echaron afuera a sus habitantes. Más temprano, a las 2 de la madrugada, centenares de “gente de confianza” se había concentrado en cuarteles de policía a lo largo de Macedonia. Su tarea consisitiría en evacuar y deportar a los judíos. Además se reunieron centenares de carros en la proximidad de las comisarías de policía; los carreros debían transportar el equipaje de los judíos y los enfermos.
El barrio judío de Monastir fue dividido en diez secciones, y a cada una se asignó una unidad de policías y soldados. Se decretó el toque de queda en la ciudad y se prohibió todo tipo de movimiento. Entre las 5 y las 6 de la mañana se comunicó a los judíos que tenían una hora para estar listos con su equipaje para viajar al centro del país. A la siete fueron sacados de sus viviendas y reunidos. Después de la evacuación de las habitaciones, un policía realizó una inspección para asegurar de que todos los miembros de la familia habían salido. Los judíos fueron conducidos a las zonas de reunión y cacheados – y se les confiscaron todos los objetos de valor. 793 familias, 3.351 personas, fueron deportados de Monastir en la mañana fría y nevada del 11 de marzo de 1943.
“Nos hicieron subir a vagones de carga, con nuestro equipaje, 60 personas en cada uno, muchos de pie. No había agua. Los niños lloraban … una mujer se puso en cuclillas para dar a luz … a la medianoche llegamos a Skopje. Los vagones se abrieron y nos empujaron dentro de dos edificios grandes … adentro los soldados búlgaros nos golpeaban sin pausa. Al amanecer nos dimos cuenta de que estábamos en Skopje, en el edificio de la compañía estatal de tabaco, y de que todos los judíos de Macedonia habían sido concentrados allí ese día.”
(Albert Sarfati, sobreviviente de Monastir)
En el campo de “Monopol”
El jefe del operativo de deportación de Macedonia – Zahari Velkov – buscó un lugar apropiado para usar como campo de detención previa a la expulsión. Al principio fueron ubicados dos campos, uno en Monastir y el otro en Skopje, pero debido a presiones alemanas de adelantar la deportación de los judíos de Bitola, la idea de utilizar dos campos fue cancelada; un solo campo bastaría. Los depósitos de la fábrica estatal de tabaco “Monopol” fueron escogidos como los más adecuados, y los edificios adaptados para servir de campo de detención.
De acuerdo a las reglas instituídas en el campo, los detenidos tenían prohibido hablar o encontrarse con cualquier persona de afuera. Médicos del exterior tenían prohibida la entrada. Los enfermos recibían ayuda de médicos judíos que también se hallaban detenidos en “Monopol”. Durante la detención temporaria en el campo fueron anunciadas numerosas limitaciones, entre ellas las de fumar, realizar juegos, leer periódicos, beber alcohol, recibir comida de fuera del campo – incluso mirar a través de las ventanas hacia afuera, escribir el uno al otro y pasar de una habitación a la otra. Los prisioneros podían usar los lavabos sólo en grupos y bajo vigilancia. Los 7.300 prisioneros tenían a disposición sólo 15 lavabos. Las enfermedades eran frecuentes y no pasaba un sólo día sin que alguien muriese.
“El hedor se volvió rápidamente insoportable… Cuando la gente se asomaba a la ventana, la policía disparaba… Cundía el hambre. Recién el quinto día fue nombrado un cocinero, pero no había suficientes ollas… la comida se distribuía una vez por día … Uno de los policías nos golpeaba más que sus colegas… un sadista como no había otro… durante el día caminaba con un enorme azote y golpeaba a la gente indiscriminadamente… Se dio una directiva general de proveer de leche a los bebés, pero los policías y los agentes la bebieron.”
(Helena León Ishach, una médica de Monastir)
El 11 de marzo, once líderes de la comunidad de Monastir (entre ellos León Kamhi) que habían sido deportados a aldeas búlgaras en diciembre de 1942, fueron traídos por tren de Sofía a Skopje. Al llegar fueron golpeados por los policías y llevados a la prisión local. Al día siguiente fueron conducidos a punta de bayoneta a los depósitos de la fábrica “Monopol” en los que – como se ha indicado – estaban concentrados los judíos de Macedonia.
En tránsito a Treblinka
Todos los judíos aprisionados en la fábrica “Monopol” fueron deportados y asesinados en el campo de Treblinka. Fueron conducidos allí en tres transportes, a pesar de que el plan original hablaba de cinco.
El 21 de marzo llegaron a Skopje funcionarios jerárquicos búlgaros y alemanes, entre ellos el embajador alemán en Sofía, Adolf Heinz Beckerle, y Alexandr Bélev y Theodor Dannecker. Era la víspera del primer transporte de judíos de Macedonia y sin duda deseaban supervisar personalmente el operativo que habían organizado. Recorrieron las habitaciones observando a los prisioneros, que los miraban pasar de pie, silenciosos y atemorizados. 7.144 judíos fueron deportados desde el “Monopol” a Treblinka; doce murieron en el trayecto.
El primer transporte – que partió el 22 de marzo de 1943 – condujo 2.388 personas a Treblinka. Sólo un día antes se había establecido que el número sería 1.600. Esos cautivos recibieron un poco de comida, pero antes de partir se anunció sorpresivamente que 800 personas más se agregaban al transporte. Poco antes de la salida del tren las personas agregadas furon empujadas dentro de los vagones sin que pudieran recoger sus raciones. El convoy estaba formado por 40 vagones de carga, cada uno con un pequeño barril de agua y algunos cubos para las necesidades. En cada vagón se hacinaban 80 personas. Un capitán y 120 soldados – todos búlgaros – designados por el Ministerio del Interior, vigilaban el transporte. Acompañaron el tren hasta Lopovo y allí se encontraron con policías alemanes. El jefe de la policía de seguridad Rot se hizo cargo de acompañar al convoy hasta Treblinka. Seis días más tarde, en horas de la mañana del 28 de marzo, el tren llegó al campo. Cuatro personas habían fallecido durante el viaje.
El 25 de marzo, tres días después del primer transporte, partió el segundo con 2.402 personas a bordo. Una unidad policial alemana, comandada por el sargento Buchner, había llegado dos días antes a Skopje para organizar y escoltar el transporte. Uno de los vagones no tenía siquiera ventanas. Cuando se solicitó a los guardias cambiar el vagón por otro, la áspera respuesta fue de que no había tiempo para encontrar un vagón nuevo; el transporte debía abandonar inmediatamente. Llegó a la estación de Malkinia (cercana a Treblinka) por la tarde del 31 de marzo. Una hora más tarde 20 vagones fueron conducidos a Treblinka. El resto permaneció en Malkinia hasta la mañana siguiente y luego llevado al campo. Tres personas murieron en el viaje.
El tercer transporte con los últimos 2.404 judíos detenidos en “Monopol” partió la tarde del 29 de marzo, viajando por una ruta similar a la seguida por los anteriores. El trayecto finalizó el 5 de abril a las 7 de la mañana. Entre las 9 y las 11 los viajeros se apearon de los vagones en Treblinka. También este transporte fue organizado y custodiado por policías alemanes. Cinco personas fallecieron durante el viaje.
Ocho sobrevivientes
El campo de detención de “Monopol” cesó sus actividades el 29 de marzo de 1943, el día que el último transporte de judíos de Macedonia partió para Treblinka. Funcionó durante 18 días, durante los cuales 165 judíos fueron liberados por orden de las autoridades búlgaras: 32 médicos y sus familias, 35 farmacéuticos y sus familias, 74 ciudadanos españoles y sus familiares de primer grado, 19 ciudadanos albanios y sus familiares de primer grado y 5 ciudadanos italianos con sus familiares de primer grado.
Entre ellos había sólo tres miembros de la comunidad de Monastir: la doctora Helena León Ishach, su esposo y su madre. Además de ellos cinco miembros de la comunidad lograron escapar del campo: Niko Pardo, Allegra Aroesti-Pardo, Albert Moshon, Albert Sarfati y Yosef Kamhi.
Durante diez días Niko Pardo hizo tres intentos de fuga. El primero del tren que traía a los judíos de Monastir a Skopje; el segundo dentro de una ambulancia que salía del campo de “Monopol”, pero fue capturado, golpeado y conducido de regreso al campo. El tercero dos días antes del transporte final, cuando consiguió escabullirse entre el grupo de judíos que era llevado a realizar trabajos forzados. Esta vez se encontró fuera del “Monopol”.
A Niko le siguió Allegra, la esposa de su hermano Aharón que había emigrado a Eretz Israel en 1941. Allegra escapó por un hueco en la cerca de madera que rodeaba el campo. Niko y Allegra se escondieron en la casa de familiares que habían sido liberados del campo. Al día siguiente partieron a un tortuoso itinerario que los llevó a la frontera con Albania. Allí fueron aprisionados por los albanios por tres meses y luego liberados. Permanecieron allí hasta el fin de la guerra.
Albert Moshon Aroesti, de 36 años, escapó la noche del 24 al 25 de marzo. Se escondió durante 24 horas en el domicilio del apóstol Shumanov en Skopje y luego se trasladó a Uroshevats, en la zona de ocupación italiana, adonde permaneció hasta el fin de la guerra.
Yosef Kamhi, uno de los once líderes de la comunidad de Monastir que habían sido exiliados a Sofía y luego traídos al “Monopol”, encontró refugio en la residencia del cónsul italiano Lavosa en Skopje. El cónsul le sugirió que se disfrazara de soldado italiano y huyera de la ciudad, pero Kamhi logró llegar a la frontera con Albania utilizando sus propios subterfugios y se salvó.
Un edicto del Consejo de Ministros búlgaro ordenó la liquidación de las propiedades que los judíos habían perdido. Dinero en efectivo y otros valores fueron entregados al banco nacional búlgaro y bienes muebles fueron concentrados en depósitos especiales. Los bienes fueron vendidos por calderilla y las sumas percibidas entregadas al Comisariado de Asuntos judíos. La liquidación de las propiedades judías de Monastir comenzó el 24 de marzo de 1943, sólo dos días después de que el primer transporte partió del “Monopol” en dirección a Treblinka.
Los judíos de Bulgaria corrieron mejor suerte. El intento de deportarlos fracasó gracias a la intervención de ciertos factores dentro del establishment búlgaro, entre ellos miembros del clero, políticos y miembros de la familia real.
Partisanos judíos
El 22 de junio de 1941 Alemania atacó a la Unión Soviética. Al frente del Comité Central comunista de la región de Monastir estaba un abierto simpatizante con Bulgaria. Los macedonios estaban divididos en torno a la cuestión de la anexión – ¿Significaba la anexión a Bulgaria ocupación o liberación? Por dos años continuó la confrontación interna y todo ese tiempo no se realizó prácticamente ninguna acción contra los fascistas. Se registraron unas pocas acciones de sabotaje y se formaron algunos grupos de rebeldes que no tuvieron ningún logro y al poco tiempo se dispersaron. Los judíos dispuestos a incorporase a unidades de combate pasaron a la clandestinidad y organizaron algunos ataques esporádicos contra instalaciones militares.
En mayo de 1941, aún antes de la anexión de Macedonia a Bulgaria se reunieron unos cien rifles y munición en la casa de Benjamín Russo, con la esperanza de utilizarlos en una insurrección contra los nazis y sus colaboradores.
A pesar de lo difícil de su situación, y desde las dimensiones estrechas de su barrio, los judíos de Monastir intentaron realizar acciones clandestinas; en casas judías se escondieron y repararon armas; se imprimió y se distribuyó material propagandístico; judíos se preocuparon de reunir equipos de primeros auxilios y proporcionar escondite a partisanos. Los judíos eran alrededor del diez por ciento de la población, pero eran cerca de tres cuartos de los miembros de los activistas clandestinos.
A pesar de los obstáculos que pusieron los dirigentes comunistas para la incorporación de jóvenes judíos a los grupos de combate, muchos de los intentos de esos jóvenes de unirse a las unidades de partisanos tuvieron éxito.
Los partisanos luchaban contra los chetniks (unidades de serbios que apoyaban a los alemanes), los búlgaros, alemanes e italianos. Cada miembro recibía un apodo, lo que dificulta el intento de conocer el número exacto de combatientes judíos. Se estima que docenas de jóvenes varones y mujeres judíos de Monastir lucharon en las distintas unidades de partisanos. En 1942 Víctor Meshulam (alias “Bustrik”), Mordejai Toledano (“Spiro”) y Yosef Russo (“Pipo”) se incorporaron a la unidad “Damyan Gruev” – así llamada por el héroe macedonio en la rebelión de 1903 contra los turcos. A la unidad “Yana Sandrinski” se unieron Benjamín Russo (“Kiki”), Mordo-Mordejai Najmias (“Lazo”) y Nissim Alba (“Miki”). Aharon Aroesti y Yosef Lazar fueron enviados de regreso a Monastir con el objetivo de continuar actuando en la unidad clandestina local. En vísperas de la deportación en marzo de 1943, ocho jóvenes lograron unirse a los partisanos: Shlomo Sadikario (“Mo”), Shmuel Sadikario (”Simoliko”), Albert Kasorela (“Berto”), Albert Russo (“Kote”), Estreja Ovadja (“Mara”); Jamila Kolonomos (“Tsveta”), Estella Levi (“Lena”) y Adela Faradji (“Kata”).
A las unidades de partisanos griegos se incorporaron Shmuel Kalderón (“Bima”), David Kalderón, Marcel Demajo, Yosef Pipo Hasón, Mantesch Ischach, Pinjas Ischach y Helena León Ischach. Además los hermanos Albert (Avraham Seguev) y Moshé Kasorela, y Yosef y Shimón Aroesti escaparon de Monastir. El grupo esperó que una unidad de partisanos se ponga en contacto con él, pero cuando el mensaje demoró en llegar, escapó a Albania donde se unió a los partisanos después de la rendición italiana a los alemanes.
Uno de los primeros en salir a luchar fue Rafael Bationo, uno de los organizadores de la revuelta antifascista en la región de Sanjak. Bationo, conocido por su nombre clandestino como Misha Tzevtakovich, cayó en combate en 1942. Aharon Aroesti, Marcel Demajo, Mordejai Todelano, Mordo-Mordejai Najmias, Estreja Ovadja, Yosef Piso, Shlomo Sadikario, Shmuel Sadikario, Yitzjak Sarfati y otros también cayeron combatiendo. Muchos de los caídos eran oficiales jerárquicos. Shlomo Sadikario, que murió en la batalla de Kumanovo, era el comisario de la brigada. Su hermano Shmuel, que era comisario del regimiento de paracaidistas, murió en 1945.
Entre los partisanos había un paracaidista de la Brigada judía, Nisim Testa-Arazi, nacido en Monastir, y que fue lanzado sobre Serbia en abril de 1944. Cuando se presentó como voluntario para lanzarse sobre territorio enemigo, no sabía que su toda su familia – que había dejado en Monastir cuando emigró a Eretz Israel en 1939 – ya estaba muerta.
Justos de las Naciones: Boris y Vaska Altiparmak, Macedonia
Boris Altiparmak, un miembro del movimiento clandestino, vivía con su esposa Vaska en el centro de Bitola (Monastir). El 11 de marzo de 1943, el día de la gran redada de judíos, Salomón (Mo) Sadikario se dirigió a Boris y le suplicó con lágrimas en los ojos que le permitiera esconderse en su casa, dado que la policía búlgara estaba buscándolo. Mientras estaban hablando llegó Sami Sadikario, el hermano menor de Salomón, con el mismo pedido. Los dos hermanos fueron recibidos cálidamente en la casa de la familia Altiparmak. A pesar del peligro, Vaska los cuidó por tres días con suma atención y luego Boris los condujo adonde se encontraban los partisanos. Al otro día apareció Albert Russo en la casa de los Altiparmak. Albert y Boris se habían conocido en 1942, en el marco de actividades clandestinas, y Boris accedió a brindarle refugio. Sin embargo, al poco tiempo Boris fue traicionado y Albert no tuvo más remedio que abandonar su escondite. Boris lo acompañó a una casa deshabitada en el centro de la ciudad, y allí permaneció algunos días. Vaska se preocupaba de llevarle alimentos. Un tiempo más tarde, cuando llegaron los partisanos a la ciudad, Albert se encontró con los hermanos Sadikario, Albert Kasorla y David Kalderón. Todos habíanse ocultado en la casa de los Altiparmak antes de unirse a los guerrilleros. Los hermanos Sadikario cayeron en combate.
El 28 de noviembre de 1989 Yad Vashem reconoció a Boris y Vaska Altiparmak como Justos de las Naciones.
Stojan-Bogoja Siljanovski, Macedonia
Stojan-Bogoja Siljanovski era miembro del movimiento clandestino y propietario de una pequeña tienda de tabaco en el centro de Bitola (Monastir), frente a la comisaría de policía búlgara. Agentes de policía entraban y salían frecuentemente de su tienda; conocía a todos y todos lo conocían. Sin embargo esto no le impidió esconder a cinco muchachas judías – Rosa Kamhi (Rusa), Estreja Ovadia (Mara), Jamila Kolonomos (Tzveta). Estreja Levi (Lena) y Adela Faradji (Kata) – dentro de su negocio el 10 de marzo de 1943, antes de la deportación de los judíos de Monastir. Tres días más tarde otras tres muchachas aparecieron en la tienda acompañadas por un miembro del movimiento clandestino, y se detuvieron ante el mostrador como si estuvieran por comprar algo. Preguntaron a Siljanovski si tenía cigarrillos “Karter” – una palabra en código. Aquél entendió con esto que necesitaban refugio y de inmediato las introdujo en un pequeño escondite. De este modo Siljanovski escondió cinco muchachas judías bajo las mismas narices de la policía.
Kolonomos – Tzveta recordó más tarde que Siljanovski era muy hábil en engañar a la policía – a menudo mostraba a los agentes algunas mercaderías para distraerlos y evitar que descubriesen el escondite. No había lavabo ni agua corriente en el rincón de la tienda que hacía de refugio. Por lo tanto Siljanovski vaciaba la bacinilla que utilizaban y les traía comida y agua. Cuando una de las muchachas enfermó trajo incluso medicamentos. Después de tres semanas de permanecer escondidas las muchachas fueron saliendo de a una y se unieron a los partisanos de Tito. Sirvieron en una unidad de combate y una de ellas, Estreja Ovadia (Mara), cayó combatiendo y fue condecorada póstumamente como héroe nacional.
El 28 de noviembre de 1989 Yad Vashem reconoció a Stojan-Bogoja Siljanovski como Justo de las Naciones.
Conmemoración de la comunidad de Monastir
“Hoy no queda ni un solo judío en Monastir. Hoy nadie puede escuchar las voces de las canciones y las baladas, ni las voces de las madres y los rezos. Las sinagogas que quedaron están destruidas. Sólo quedan el cementerio y las ruinas.” Jamila Andjela Kolonomos
Después de la liberación de Macedonia los pocos sobrevivientes comenzaron a regresar a las ciudades y los pueblos natales con la esperanza de encontrar familiares con vida. Algunos pocos individuos regresaron a Monastir, pero la comunidad judía había sido destruida para siempre. En diciembre de 1944 la comunidad judía de Skopje renovó sus actividades, bajo la expectativa del regreso de los deportados. En ese momento se desconocía la magnitud de la Shoá de Macedonia.
Inmigrantes macedonios en Israel construyeron nuevas vidas para ellos e hicieron una contribución en todos las esferas de la sociedad, incluyendo la industria, el comercio, la colonización agrícola y la defensa.
Cuatro inmigrantes de Macedonia cayeron en combate sirviendo en la Haganá y las Fuerzas de Defensa de Israel:
Moshé Aroesti, hijo de Yaakov y Simja (n. Kamhi) Aroesti, cayó en Latrún el 26 de mayo de 1946.
Shabtai Kamhi, hijo de Meir y Simja Kamhi, cayó cerca de Tel Aviv el 29 de febrero de 1948.
Moshé Kamhi, hijo de Meir y Simja Kamhi y hermano de Shabtai Kamhi, cayó en Yemin Moshé, Jerusalén, el 17 de julio de 1948.
Moshé (Mois) Najmias hijo de Itzjak y Tova Najmias, cayó cerca de la residencia del Alto Comisionado en Jerusalén el 16 de agosto de 1948.
Asimismo, Baruj Meshulam hijo de David y Sara (n. Ben –Yakar) Meshulam, fue asesinado en el ataque terrorista en Maalé Akravim el 17 de marzo de 1954.
El Comité de Inmigrantes de Monastir y la Asociación de Nuevas Generaciones de Judíos de Macedonia trabajan incesantemente para conmemorar a la comunidad en Israel.
La conmemoración en Israel
Cada año los sobrevivientes de la comunidad de Monastir en Israel solían reunirse el 29 de Adar para congregarse en torno a la memoria de las víctimas del Holocausto. Algunos autobuses rentados salían de distintos sitios del centro del país llevando los familiares de antiguos residentes de Monastir para reunirse en el Bosque de los Mártires, sobre la ruta a Jerusalén. Allí fueron plantados 3.013 árboles pera honrar la memoria de las víctimas judías de la ciudad. En ese lugar rendían, de pie, un homenaje silencioso. En Jerusalén se reunían en la sinagoga “Yaguel Yaakov”, erigida en 1930 por los primeros inmigrantes de Monastir. Este día de conmemoración fue iniciado por Moshé Yishi, que llegó al país en su juventud y trabajó en forestación. Él fue también el promotor de la plantación de 1.000 árboles en el bosque Herzl en Ben Shemen en honor de León Kamhi, el líder sionista de la comnunidad de Monastir. Los árboles fueron plantados en 1965 ante la presencia de centenares amigos y conocidos que le debían la vida. Ese mismo año gracias a los esfuerzos de Aharón Alboher, Itzjak Alexandroni, Itzjak Meshulam, Moshé Yishi y Matilda Berman, la hermana de Kamhi, fue emplazado un jardín municipal a nombre de León Kamhi en la calle Barón Hirsch del barrio jerosolimitano de Kiriat Yovel, con la presencia del entonces alcalde Teddy Kollek en la ceremonia dedicatoria.
En 1996 el Fondo Nacional Judío (KKL) inauguró el “Bosque Bulgaria”, y en él placas con nombres de las personas que salvaron judíos en ese país. Cerca de allí se encuentra un monumento a los 11.343 judíos de Tracia, Pirot y Macedonia, expulsados de sus casas por los búlgaros y asesinados en campos de exterminio en Polonia.
Desde 2005 se lleva a cabo una ceremonia anual para conmemorar a los judíos de Macedonia, incluidos los de Monastir. La ceremonia se realiza en la sinagoga de Yad Vashem los 11 de marzo, el día en que fueron reunidos los judíos de Macedonia y enviados al campo de “Monopol” en Skopje, antes de ser deportados a Treblinka. Esta ceremonia es atendida por muchos inmigrantes macedonios y sus descendientes, y es semejante a la que se realizaba en la sinagoga “Yaguel Yaakov”.
La calle Mara
La municipalidad de Jerusalén ha denominado una de las calles de la cuidad, en el barrio de Ramat Beit Hakerem, “Calle Mara”, el nombre clandestino de la partisana de Monastir Estreja Ovadia. Estreja cayó en combate, y después de su muerte sus compañeros cantaron marchando una canción de alabanza a la heroína – Mara – que rápidamente se convirtió en una canción popular macedonia:
“Recuérdala, mi hermano
Estreja Mara
Estreja – Mara
Ella cayó por su pueblo
Por su pueblo cayó
Por Macedonia.”
Conmemoración en Macedonia
En 1953 Estreja fue declarada oficialmente “heroína nacional”. En Monastir (Bitola) las autoridades municipales levantaron un monumento a la heroína nacional yugoelava Estreja Ovadia – Mara. Se erigió una estatua en su honor a principios de los años 1950. También un jardín de infantes lleva su nombre.
Otro monumento fue construido en la ciudad en memoria de los judíos de Monastir asesinados en Treblinka. Un monumento de seis brazos fue erigido en el barrio judío de Los Cortijos. Las autoridades macedonias declararon el 11 de marzo – día de la redada contra los judíos – como Día de Recuerdo Anual por las víctimas del Holocausto. Ese día representantes del gobierno de Macedonia y sobrevivientes judíos se reúnen a los pies del monumento y colocan una ofrenda floral en memoria de las víctimas.
En Skopje, capital de Macedonia, se colocó una placa recordatoria en la pared del depósito de la fábrica estatal de tabaco “Monopol”, en memoria de los judíos encerrados allí y deportados al exterminio.
Censo de población de los judíos de Monastir
Entre el 31 de enero y el 2 de febrero de 1943 las autoridades búlgaras confeccionaron una lista de todos los judíos de Monastir. Cada jefe de familia recibió la orden de presentarse a la oficina de registro con una foto carné suya, de su esposa y sus hijos mayores. Tres volúmenes de ese censo de población se conservaron. Se encuentran en el Archivo de Yad Vashem y uno se exhibe en el Museo de la Historia del Holocausto.
Esos registros constituyen un documento histórico único, en el cual los nombres y detalles de los judíos de Monastir están preservados para siempre. Los siguientes detalles están registrados en sus páginas, de izquierda a derecha: número ordinal de registro, fecha, nombre completo, ocupación, fecha y lugar de nacimiento, nacionalidad, religión, estatus familiar, características físicas, dirección, número de registro, fotografía y firma.
Las fotos que se conservaron permiten echar un vistazo a los judíos de Monastir – jóvenes, adultos y ancianos –, el rostro de una comunidad ahora extinta.
Sólo algunas fotos están pegadas todavía a la columna apropiada de registro; muchas se perdieron o fueron quitadas por miembros de la familia en Israel.
Los registros fueron descifrados por Yaakov Aroesti, Dusko Kostantinov y Milush Kostantinov de Monastir, y los datos personales de las personas listadas fueron impresos en 800 páginas utilizando una máquina de escribir sencilla. Reunieron los datos y redactaron 3.013 biografías breves de los judíos de Bitola (en orden alfabético). En el final de cada biografía figura la misma oración:
“Enviado por los fascistas alemanes y búlgaros el 11 de marzo de 1943 al campo de exterminio masivo de personas inocentes” 3.013 veces.
Ori Oren, Ir Veshma Monastir [Una ciudad llamada Monastir], 1972
http://www.yadvashem.org/yv/es/exhibitions/monastir/overview.asp