Dar consejos…

Una de las mitzvot «bein adam le’javeró» es la que nos advierte que no debemos provocar que otra persona cometa una transgresión: “No maldeciréis al sordo y no pondréis estorbo delante del ciego; temeréis a vuestro Dios” (Vaikra 19:14). Los aspectos de esta mitzvá son muy amplios, pero aquí sólo nos referiremos a una de sus implicaciones, la que se refiere a dar consejos.

Dar consejo

Por una parte esta mitzvá nos indica que nos cuidemos de dar un mal consejo. Una sugerencia que sea perjudicial para la persona que lo pide o para cualquier otra entra dentro de esta categoría, pero sobre todo, un mal consejo es aquel que es dado en beneficio propio, con segundas intenciones. Por eso el versículo termina diciendo “…temeréis a vuestro Dios”, porque Él es el que sabe cuál es nuestro verdadero propósito cuando damos una opinión.

Por otra parte esta mitzvá tiene un lado activo y es la obligación de dar un consejo cuando nos lo piden. Esto no se refiere a andar opinando sin más sobre cada tema que se trate. Tampoco de ir dando consejos al tun tun, sin haberle dado importancia al asunto. Se trata de permitirle a Hashem que nos utilice como vehículo para mandar una respuesta, y eso sólo lo podemos lograr si nos comprometemos con la realidad del otro, si lo escuchamos y validamos, dándole tanta importancia a su problema como si fuese nuestro.

La vida comunitaria debería funcionar como un engranaje. Algunas veces nos tocará ser los que sacan de una duda o revelan un truco y otras veces estaremos formulando las preguntas o pidiendo socorro. Hay que saber estar de ambos lados.“El camino del insensato está frente a sus propios ojos, pero el que escucha un consejo es sabio” (Proverbios 12:15).

Es muy posible que lo que para nosotros resulta obvio esté oculto para el resto. Los secretos están todos revelados, sólo hay que buscar a quien tenga la respuesta.