El pan es un básico del Shabat. El pan representa nuestro alimento y en Shabat es costumbre bendecir dos piezas o panes en representación de la doble porción de Maná que caía previamente al Shabat en el Desierto durante el Éxodo del pueblo hebreo de Egipto.
El pan sabático se llama jalá porque es una ofrenda. En el Antiguo Templo se ofrendaban diariamente doce panes en representación de las doce Tribus de Israel. Posteriormente, durante la Edad Media, en Europa, para Shabat, algunos rabinos continuaron bendiciendo doce piezas y otros en cambio, acostumbraban a bendecir sólo a dos en representación de las porciones del Maná.
Un aspecto fundamental en la elaboración de las jalot del Shabat y que remite al ritual de la ofrenda en el antiguo Templo. Consiste en extraer y apartar un pequeño trozo de la masa, que representa dicha ofrenda que realizaban los Sacerdotes.
Los panes de Shabat pueden ser de diferentes formas. Según la cultura de donde proceden, pueden ser redondeados, cuadrados, aplanados, en forma de espiral. También se pueden emplear para la bendición dos rodajas de un pan, dos panecillos pequeños, dos matzot (panes sin levadura), dos piezas de bizcocho o pastel dulce, dos panes trenzados o un pan con doble trenza. El mínimo que se bendice y consume tiene el tamaño de una oliva y lo habitual, el tamaño de un huevo.
Desde el punto de vista histórico, la incorporación de los panes trenzados no es reciente. Durante la Edad Moderna (siglo XVI, según escritos del rabí Kirchan) las comunidades judías de Polonia, Lituania y Ucrania incorporaron los panes trenzados a la mesa del Shabat, que era un formato de fiesta en la panadería alemana medieval. Esta costumbre de las trenzas se ha transplantado en el mundo sefardí después de la Segunda Guerra Mundial.
¿Por qué se acostumbra hacer la jalá trenzada? Hay varias explicaciones de ello. Para algunos, cada uno de los cabos de una trenza representa las virtudes más grandes del judaísmo (bondad, justicia, verdad). Para otros estudiosos de la Torá, la jalá trenzada tiene seis cabos porque son seis los días de la semana. Para varios investigadores y estudiosos de judaísmo, el pan trenzado, siempre amasado y bendecido por las mujeres de la familia, simboliza los deseos de fertilidad y de entrelazado de los vínculos familiares.
En el Talmud (Berajot 61a)1se explica que cuando El Eterno creó a Eva de un hueso de Adán, antes de para presentársela para que Adán se uniera con ella, le trenzó los cabellos. Por lo tanto, dado que el toque final de la belleza de Eva, fueron sus trenzas, es apropiado que quien prepare las jalot, generalmente las mujeres, aplique esa misma belleza a las jalot sabática