SHAVUOT: Recepción de la Torá y fiesta de las primicias

Shavuot, conmemora dos eventos aparentemente independientes. Por un lado es la fiesta de la entrega de la Torá, de los diez mandamientos. Por el otro es la fiesta de las primicias, cuando en tiempos del templo se ofrecían los primeros frutos en Jerusalém.

Al analizarlo se puede concluir que existe una relación muy particular entre los valores que manifiestan cada uno de estos eventos.

La entrega de los diez mandamientos simboliza el principio del apego del pueblo judío hacia la Torá y la espiritualidad; mientras otros pueblos se han caracterizado y conservado por compartir un territorio y una lengua, el factor que a través del tiempo y a pesar de los largos exilios ha mantenido al pueblo judío unido, ha sido su compromiso y amor por la Torá.

Sin embargo, la tradición judía mantuvo el estrecho lazo entre esta experiencia espiritual con el recuerdo de la intima relación que existía entre el judío y su tierra – tras el recuerdo de la entrega de las primicias, en la que mantenía con gran fervor milenario la nostalgia y la esperanza del retorno.

Son estos dos elementos, el espiritual de la recepción y acatamiento de la Torá, y el material, de la cosecha y entrga simbólica del fruto de la tierra, constituyen la complejidad de la experiencia judía y, sobretodo, su ideal de vida.

Quiera Di-s que en esta fiesta de Shavuot cada uno de nosotros logre encontrar el balance entre lo material y lo espiritual de modo individual y que el pueblo de Israel concrete los ideales reflejados en esta celebración, incrementando su apego a la Torá y a la Tierra de Israel, como ha venido siendo por tres mil quinientos años.