PARASHAT SHOFETÍM: las caras de la justicia

“Lo que se logra a través de la mentira puede asumir la máscara de la verdad; lo que se logra a través de la violencia puede disfrazarse de justicia, y por un tiempo el engaño puede tener éxito. Pero pronto la gente se dará cuenta de que las mentiras son mentiras en el fondo; que en última instancia la violencia es violencia, y tanto la mentira como la violencia sufrirán el destino que la historia tenía reservado para todo lo falso.” Martin Buber- Israel y el mundo: ensayos en tiempos de crisis

Éste podría ser todo mi comentario a la parashá de esta semana. Parashat Shoftim- en hebreo “jueces”, determina que, al entrar a la Tierra de la Promesa, deberán ocuparse de un sistema de justicia eficaz y honesto como parte inherente de la regulación de la vida del pueblo de Israel en su tierra.

Podríamos quedarnos acá.

A pesar de que las injusticias, las mentiras, la violencia parecen ser los lenguajes que vencen en este tiempo dejándonos desarmados, inertes, insisto en creer y en trabajar para que la mentira no se disfrace más de verdad, ni la violencia de justicia ni el engaño de éxito.

Y esta parashá nos ayuda a recuperar esa visión que creemos haber perdido entre tanta tormenta y confusión.

Así comienza:

שֹׁפְטִ֣ים וְשֹֽׁטְרִ֗ים תִּֽתֶּן־לְךָ֙ בְּכׇל־שְׁעָרֶ֔יךָ אֲשֶׁ֨ר ה’ אֱלֹקֶ֛יךָ נֹתֵ֥ן לְךָ֖ לִשְׁבָטֶ֑יךָ וְשָׁפְט֥וּ אֶת־הָעָ֖ם מִשְׁפַּט־צֶֽדֶק׃

“Jueces y guardianes pondrás para ti en todos vuestros portales que el Señor vuestro Dios os da, y juzgarán al pueblo con justicia. No perviertas la justicia, no hagas favoritismo; no aceptes soborno, porque el soborno ciega los ojos de los sabios y distorsiona las palabras de los justos. Justicia, justicia perseguirás, para que vivas y heredes la tierra que el Señor tu Dios te da.” Devarim 16:18-20

Ser destinatarios de esta tierra de promesa no es un privilegio que los exime de sus responsabilidades. Muy por el contrario. La tierra de la promesa se merece con los actos de absoluta conciencia y cuidado por cada orden de la vida. Y antes de cruzar el río Jordán deberán tener en claro que este pueblo vivirá en una fuerte base de justicia y equidad para desplegar el proyecto divino sobre esta tierra.

Si leemos toda la parashá veremos que hay varios temas que podemos ligar al tema de los diversos estratos de la justicia. Una justicia para todos y desde todos los puntos de vista. ¿En qué ámbitos? ¿Desde qué perspectivas?

Por un lado, desde el punto de vista político la parashá dedica todo un pasaje a la situación futura de la elección de un rey. Este rey deberá copiar para sí dos veces el texto de la Torá. Tendrá que gobernar con la medida de justicia que la ley suprema indica. “cuidar todas las palabras de esta Torá y sus decretos para llevarlos a la práctica de modo que no se sienta superior a sus hermanos y no se aparte del mandato ni a derecha ni a izquierda.” Devarim 17:19-20

La medida de la justicia a niveles de poder tiene que ver con no abusar del lugar de superioridad y no apartarse de la misión de gobernar equitativamente, de acuerdo con el mandato divino que la Torá le indica, sin pervertir el propósito por el cual fue puesto en ese rol.

Luego aparece la prescripción de construir ciudades refugio. Una ciudad refugio era un espacio protegido que permitía que los familiares de una víctima no hicieran justicia por mano propia. Si una persona mataba a otra sin intención, por accidente, y la familia quería vengar su muerte, el acusado tenía un lugar en el que protegerse y esperar a que los jueces dieran su veredicto. Y a su vez, si una persona intentaba rehuir de sus responsabilidades una vez cometido un asesinato a sabiendas, escondiéndose en una ciudad refugio, los sabios de la ciudad lo echaban de allí para que le cayera todo el peso de la ley.

Siempre me pareció fascinante que en medio del desierto, de 40 años de caminata, sed  y hartazgo, se esté pensando en el hipotético y quizás inusual caso de alguien que mate a otro sin intención. Y cómo protegerlo de una situación injusta. No tenían casas, no sabían cómo iba a cultivar sus tierras- porque jamás habían cultivado antes- pero saben que tienen que construir un lugar donde se defienda el derecho de quien no debe ser castigado arbitrariamente.

La parashá continuará con las leyes sobre los testigos. No es suficiente un solo testigo. Se necesitan dos que relaten exactamente lo mismo. Y si los jueces advirtieran que se complotaron para dar testimonio falso el castigo será severo para el resto del pueblo aprenda la valía de la palabra verdadera a la hora de proteger la justicia. Acá además de jueces justos se los invita a hacerse cargo, como personas comunes que viven las situaciones cotidianas de la vida, de mantener el honor de la institución de la justicia a través de abrazar la verdad en el lugar al que son convocados.

Y por último, aunque no pareciera tener contacto con el tema principal, las leyes de la guerra. Un párrafo excepcional que describe qué se dice a los que están a punto de salir a la guerra: si está comprometido pero no se casó, si construyó una casa y no la habitó o si plantó una viña y aún no tomó de su fruto, NO PUEDE SALIR A PELEAR EN LA GUERRA, porque debe disfrutar del esfuerzo de su trabajo.

En tiempos de absoluta enajenación por la esfera laboral, por la lucha cotidiana que nos tiene a todos en “pie de guerra”, la parashá indica que la medida de la justicia también se da en la mirada a las situaciones particulares de cada uno y a la necesidad, más allá de las batallas de turno, de respetar los espacios y los tiempos para gozar de lo que hemos trabajado tanto por conseguir.

La justicia es un concepto que va mucho más allá de los estrados y los magistrados. Se da en todos los órdenes donde lo humano, lo individual y lo colectivo se desarrollan. Es un modo de vivir, con leyes y códigos pero que requiere mucho más que eso. Requiere de una sociedad que vuelva a creer que es posible construir un modo de vida más justo, en el que cada lugar que cada uno o una ocupe es protector de este valor supremo.

En unas semanas, emocionados ante el Arón Hakodesh- el Arca Sagrada rogaremos a Dios, Juez de la Verdad, que haga justicia para con nuestras causas.

Si fuera al revés ¿qué nos estaría diciendo a nosotros?

Shabat Shalom,

Rabina Silvina Chemen.