Mujer y Torá

Desde el exterior, las mujeres de la Torá parecen solo jugar un rol secundario en un drama dominado por los hombres. Desde el interior, una historia de hombres manipulados por mujeres potentes y llena de valores femeninos. Una historia que revela la cualidad interna femenina que transciende las mentes de los hombres. Hay una Torá externa–una historia de hombres y mujeres, de guerras y milagros. Y hay una Torá interna, según antiguas tradiciones, en que cada palabra revela sabiduría insondable, belleza y luz.

Éste es el secreto de las palabras de la sabiduría de Salomón, «Una mujer de valor es la corona de su marido». Como una corona está arriba de la cabeza y más allá de ella; de la misma manera la luz interna de lo femenino es de una calidad esencial, de un lugar que la mente no puede tocar.

JAVÁ (EVA)

«Entonces Adán llamó su esposa Javá, porque ella era la madre de toda la vida». (Génesis 3:20)

Ella era el otro lado de la imagen de Di-s. Di-s no es sólo una luz ilimitada, más allá de todas las cosas. Di-s es algo que está aquí, ahora, dentro de todo, dándoles vida, cualquier cosa que sea. Es la fuente de origen, la «Shejiná»–la Presencia Divina mora dentro. Esto es lo que llevó a Javá a comer la fruta: este anhelo de conectar con esta Shejiná, de experimentar el sabor de la vida, estar sumergida en ella.

Con esto ella transgredió–pasó del reino de lo Divino a un mundo donde todo lo real es el aquí y ahora, donde no hay ningún mirador del cual discernir el bien del mal, ninguna luz para discernir la fruta de su cáscara. Y se llevó consigo la Shejiná, encarcelándola también, para que el estrago sucediera a lo largo del cosmos. Pero el deseo detrás de su transgresión era el sagrado deseo que la Shejiná permeará todo. Y en el final, ella tendrá éxito, y la vida misma también será divina. Mientras el drama de este universo permanezca incompleto, el Shejiná está callada, no canta.

Vemos el mundo que Ella vivifica, pero no oímos su voz dentro de él. En las mentes de las personas, Ella juega un rol secundario–para el marido conquista y domina, mientras que para las mujeres, dicen, sólo provee vida y nutrición.

Así piensa un mundo inmaduro. Hay un tiempo por venir, cuando el secreto de la Luz Interior se revele. Entonces la Madre de la Vida cantará ruidosamente sin límite.